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La actividad del reciclaje de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en Argentina se vio impulsada a fines de los años 90´ como producto de la crisis de empleo que situó a miles de familias en una situación desempleo y pobreza. La recolección informal apareció en aquellos años como un recurso de subsistencia para los hogares que a partir de la comercialización de materiales reciclables pudieron acceder a un ingreso monetario. En el transcurso de la última década se han logrado avances significativos en la organización del sector cartonero que posibilitaron una mejora de sus condiciones laborales en diversos aspectos. La reforma en la legislación de higiene pública en la Ciudad de Buenos Aires, la construcción de centros verdes gestionados por las organizaciones, la obtención de incentivos monetarios, uniformes y credenciales, fueron algunos de los principales avances en este proceso de consolidación. La organización asociativa de los trabajadores bajo la forma jurídica de cooperativas ha jugado un rol central en este proceso. Asimismo, la construcción de redes entre éstas, movimientos sociales y organizaciones vecinales, sindicales y ambientalistas, permitió avanzar en el reconocimiento de las cooperativas de cartoneros como actores legítimos en el sistema de higiene urbana porteño. A partir de aquí, el objetivo de la presente ponencia es reflexionar en torno al proceso que han llevado a cabo las organizaciones de recicladores en la última década, para legitimar su accionar como un eslabón fundamental en el circuito productivo del reciclaje, cuyos fines se enmarcan en la esfera social, económica y ambiental. El trabajo presentado parte de una investigación que nos encontramos llevando a cabo en el marco del CEIL-CONICET desde el año 2008. Los datos utilizados provienen de la aplicación de técnicas tanto cuanti como cualitativas de investigación, tales como cuestionarios, entrevistas en profundidad y observación participante.

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