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Esta ponencia se inserta en las preocupaciones historiográficas vinculadas con el universo de las protestas urbanas, el conflicto social y las acciones populares colectivas. En este caso, se pretende reflexionar sobre una coyuntura particular: el denominado motín del níquel, que tuvo lugar en la ciudad de México en el mes de diciembre de 1883. El objetivo es conocer las condiciones que promovieron los sucesos violentos que tuvieron lugar al finalizar ese año, así como estudiar la dinámica del motín y delinear las motivaciones y el perfil de los actores sociales que participaron en él. En tal sentido, creemos que los motines representan una coyuntura privilegiada para analizar y restituir lo político a lo social, así como para observar de qué forma en la toma y el uso de la calle por las clases populares urbanas estuvieron presentes determinadas concepciones y percepciones de lo que es y debería ser un orden político. En el caso del níquel, la forma en la que se imbricaron las motivaciones materiales y los factores políticos resulta de suma importancia, teniendo en cuenta que tratándose de la carestía de alimentos, y con todo lo espontánea y virulenta que fue la acción directa de la multitud, dicha acción no escapa a una valoración cultural y política de lo que significa el orden y el papel de la autoridad en el mantenimiento de ese orden. Por ello, el estudio de las protestas contra la moneda de níquel brinda pistas para adentrarnos en el universo de las motivaciones socio-económicas e inmateriales que desencadenaron la acción colectiva de las clases populares. De igual forma, posibilita recuperar estas participaciones como instancias que otorgaban visibilidad y contundencia a las demandas y reclamos populares y, por ende, podían llegar a constituirse en instrumentos de interlocución y de negociación colectiva con el poder público.

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