Antijudaísmo y herejías en el Fortalitium fidei: la mirada del Cíclope ante una encrucijada decisiva (Castilla, siglo XV)

CONSTANZA CAVALLERO

Cáceres

Congreso; I Congreso Internacional de Jóvenes Medievalistas Ciudad de Cáceres. Poder y violencia durante la Edad Media Peninsular (siglos XIV y XV); 2012

Universidad de Extremadura

Fray Alonso de Espina, reconocido por su labor como predicador itinerante, redacta circa 1460 el voluminoso Fortalitium Fidei, una enérgica defensa de la fe cristiana ante los distintos adversarios de la ecclesia. La obra ha sido célebre por su radical antijudaísmo. El presente trabajo sostiene que, si existe algún rasgo verdaderamente peculiar en el antijudaísmo enarbolado por Espina, éste es la estrecha interrelación entre el antijudaísmo y el problema criptojudío y, más ampliamente, el efecto que las conversiones, forzadas o voluntarias, tuvieron sobre al antijudaísmo cristiano, siendo que aquéllas venían a quebrar cierto equilibrio sociocultural e identitario previo. Espina se anima a sugerir la expulsión de los judíos del reino por vez primera y el estableci-miento de la Inquisición no por un “odio antisemita” sino por su visión negativa del contacto entre judíos y cristianos –ya nuevos, ya viejos– y entre conversos y cristianos. Para comprender esta particularidad hispana, sin parangón en el resto de Europa y que, a mi entender, representa una verdadera encrucijada en la historia castellana, me parece interesante presentar la siguiente hipótesis: debido a la inusual “tolerancia” (siempre relativa) hacia los judíos que reinó en territorio ibérico entre el siglo VIII y mediados del siglo XIV y que perduró en ciertos sectores de la sociedad hispana en los siglos siguientes y considerando, por otra parte, el temor de Espina a las falsas conversiones, a la cordial recepción de los neófitos por parte de algunos cristianos, a las disensiones internas del judaísmo y a la idea de que algunos conversos no fuesen ni judíos ni cristianos o vehiculizaran cierto mestizaje, planteo que aquello que el franciscano verdaderamente quería combatir era cierto relativismo religioso, irenismo o incluso escepticismo –o, al menos, ciertas descreencias, desobediencias y heterodoxias– que parecían ser el enemigo y el peligro más acérrimo de un personaje como Espina, situado en el ala más fanáticamente antijudía de la sociedad castellana