INVESTIGADORES
BARBERIS Sergio Daniel
congresos y reuniones científicas
Título:
Comentario a "La explicación por niveles en teorías psicológicas" de Julio Sotelo
Autor/es:
BARBERIS, SERGIO
Lugar:
Vaquerías, Córdoba
Reunión:
Workshop; I Encuentro Sobre Lenguaje, Pensamiento y Conceptos Mentales; 2006
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
En mi comentario al trabajo de  Julio Sotelo comienzo señalando los objetivos y la estructura general de su ponencia. Como él mismo aclara en la Introducción, a lo largo de los apartados se propone: (a) caracterizar los explananda psicológicos; (b) describir lo que constituye una "teoría psicológica completa" para los explananda tal como fueron definidos en el primer punto; y (c) clasificar los distintos tipos de niveles explicativos involucrados en una teoría psicológica completa. Mis críticas se centran en los siguientes puntos. Sotelo considera como versiones del programa reduccionista el conductismo lógico, la teoría de la identidad y el materialismo eliminativo.  Entiendo exactamente por qué el pluralismo explicativo es una opción más atractiva que el reduccionismo y el autonomismo. Ciertamente la "convivencia pacífica" es la mejor opción, pero quizá deberían brindarse mayores detalles respecto de las razones por las cuales tal convivencia es "pacífica". ¿En qué sentido pueden ser niveles independientes si se acepta  que son mutuamente influyentes? Como segunda cuestión, Sotelo distingue, siguiendo nuevamente a Cummins, entre niveles funcionales interpretativos y niveles funcionales descriptivos, y afirma que los niveles de análisis funcional interpretativo no implican ninguna constricción física sobre la descomposición de la capacidad o del sistema. Creo que esta afirmación es un poco precipitada. La razón es la siguiente. Cummins (1983, p. 31) sostiene que el análisis de capacidades presenta diferentes formas o tipos y que la relación entre la organización funcional y la estructura física que la instancia se modifica de acuerdo al tipo o forma de análisis. En este contexto presenta dos pares de clasificaciones de análisis funcionales: (1) análisis interpretativos versus descriptivos, que es retomado por Sotelo en su taxonomía de niveles; y (2) análisis morfológico versus sistemático, que Sotelo no tiene en cuenta en su clasificación de niveles. La distinción se debe a Haugeland (1978). El análisis sistemático especifica cómo las funciones analizantes interactúan, es decir, cómo la manifestación de una sub-capacidad precipita la manifestación de otra de modo sistemático. El análisis morfológico, en cambio, apela a funciones analizantes que no interactúan de modos teoréticamente significativos: la manifestación de una sub-capacidad no es una condición precipitante de la manifestación de otra (el ejemplo es la organización de las fibras ópticas en un cable de fibra óptica). Estas dos taxonomías no son independientes, sino que se cruzan, de modo tal que es posible tener análisis interpretativos morfológicos o sistemáticos y análisis descriptivos morfológicos o sistemáticos. Y el punto es que las restricciones sobre la instanciación son diferentes en cada uno de los cuatro casos: si el análisis es interpretativo y sistemático, esto implica que la organización de un sistema debe quedar explicada por los detalles de la instanciación, de modo tal que las capacidades a las que se apela en el análisis sistemático no puede estar instanciado en estructuras causalmente independientes. Por lo tanto, no es cierto que todo análisis funcional interpretativo, en particular los sistemáticos, no impliquen restricciones físicas sobre la descomposición del sistema. Segunda crítica seria. Sotelo distingue, en terminología de Craver (2001), entre niveles descriptivos funcionales y mecanísmicos. Según Sotelo, la diferencia entre estos niveles es enteramente cuantitativa, es decir, es una cuestión de grado. La pregunta relevante es si tal diferencia de grado es suficiente para implicar una diferencia de niveles. Creo que la respuesta es negativa.