INVESTIGADORES
MALLOL Anahi Diana
congresos y reuniones científicas
Título:
Apuntes para una poética infante
Autor/es:
MALLOL, ANAHI DIANA
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos ires
Reunión:
Congreso; Congreso Internacional de Literatura para Niños; 2010
Institución organizadora:
Biblioteca Nacional
Resumen:
La psicoanalista francesa Françoise Dolto se dedicó al análisis de niños: el sufrimiento en la infancia, los momentos de caída de la infancia, pero también la posibilidad de su permanencia en un estado intermedio, que no es del todo adulto ni del todo niño. ¿Y a qué se refería con ello? En parte a una negativa, más lúdica que sistemática, más existencial que clínica, a participar en los juegos del semblante, los juegos sociales de la apariencia. Lo que no puede ir de la mano sino de un estado de interrogación permanente acerca de las cosas más profundas y que son también las más elementales: aquéllas a las que el niño se enfrenta cuando avizora el fin de la infancia, aquellas mismas sobre las cuales trabajó Lewis Carrol en su querida Alicia. Sin embargo, como afirma la misma Dolto, no es ésta una relación que se de siempre, ni siempre del mismo modo. Reconoce que hay pocos escritores que hayan sabido captar exactamente la voz del infante en su particularidad (porque si algo hace Dolto es otorgarle a los niños un estatuto propio que difiere, y por mucho, del de un pequeño adulto o adulto en potencia). Hablar de la voz de los niños es hablar de aquella voz que se cuestiona las cosas, que desconfía de lo que ve, que no lo comprende porque no comparte los juegos de las mentiras y los compromisos sociales, que otras veces pregunta lo que no debe, y que otras veces, y de este modo lo proponen también Deleuze y Guattari, se deja ir, pierde sus contornos, en una facilidad de deriva o de fusión característica que permite otros lazos y otros flujos de intensidades entre sujetos, o entre sujetos y objetos.             Tal vez por ello es que en el camino de las transformaciones infantes es frecuente cruzarse con animales. Hay un devenir animal del infante que no persiste sino rara vez en el ser adulto, hay una potencia animal infante no sólo en un modo de ser, de saber, de dejarse vivir, en el calor de los cuerpos, en la comunicación no-lingüística, en todo un terreno de la experiencia, el afecto, la sensación, la percepción previa a la inscripción subjetiva por el significante,  con todas sus complejidades.