Bullying y cyberbullying: predicción de la victimización y agresión a partir de la personalidad y los problemas emocionales

SANTIAGO RESETT; PAULA PUTALLAZ; MÓNICA BREHM

San Luis

Jornada; XVI Reunión de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento; 2017

AACC Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento

El bullying se define como una agresión intencional, repetida y con un desbalance de fuerzas entre la víctima y el agresor, el mismo es un importante factor de riesgo para la salud mental de los adolescentes. El desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación llevó al surgimiento del cyberbullying. Este se define como una agresión intencional y repetida a través de las nuevas tecnologías, como celulares y computadoras, y de las cuales la víctima no puede defenderse con facilidad. Para algunos investigadores, el cyberbullying es una mera extensión del bullying. En cambio, para otros, es un fenómeno con rasgos distintos debido a que dichas agresiones se viralizan, no hay tiempo ni espacio para ser agredido y muchas agresiones son anónimas. Así el presente trabajo tenía como objetivo observar el grado de solapamiento entre el bullying y el cyberbullying en adolescentes; y predecir la victimización y la agresión en ambos tipos de bullying. Objetivos: 1) explorar si los mismos alumnos que sufren bullying también son cybervíctimas y si los que son agresores son cyberagresores también; 2) predecir la victimización, cybervictimización, agresión y cyberagresión a partir de problemas emocionales y rasgos de personalidad. Metodología: se conformó una muestra de 898 alumnos de escuelas medias de Paraná, Entre Ríos (46% varones, edad media=15,2). Completaron el Cuestionario de Víctimas/Agresores de Olweus y el Cuestionario de Cyberbullying de Calvet et al. Además, de medidas de depresión, ansiedad, autoestima y un inventario de personalidad de los Cinco Grandes Factores. Se aseguró el anonimato, confidencialidad y participación voluntaria. Se realizaron estadísticos descriptivos e inferenciales: x² y regresiones lineales múltiples. Resultados: indicaron que un 75% era no involucrado; un 11%, víctima tradicional; 6%, cybervíctima; y 9% era victimizado en ambas formas (cybervíctima/víctima tradicional). Los porcentajes para ser agresor eran: 82%, 6%, 8% y 4%, respectivamente. El sexo solo introducía diferencias en ser cyberagresor y ser cyberagresor/agresor tradicional, ya que más varones lo eran: 11% versus 5%, 6% versus 2% x²(3) = 27.55 p < .001. Se detectó que un 22% de la victimización se predecía por la depresión y alto neuroticismo. Para la cybervictimización se predecía un 21% por baja autoestima, ansiedad, depresión y alto neuroticismo. Un 8% de la agresión se predecía por depresión, alta autoestima, baja conciencia y baja agradabilidad. Un 9% de cyberagresión se predecía por depresión, alta autoestima, bajo neuroticismo y baja agradabilidad. Discusión: los resultados indicaban que no hay mucha superposición del bullying y cyberbullying, tanto para la victimización como para el agredir. Como indican muchos autores, existe superposición pero la misma dista de ser perfecta. Tanto los problemas emocionales y los rasgos de personalidad eran predictores de ambos tipos de victimización y agresión, pero se predecía un mayor porcentaje de la varianza para la victimización y la cybervictimización, lo cual señalaría que el sufrir de cyberbullying no es más negativo a pesar de sus características particulares (viralización). Algunos problemas emocionales (depresión) y rasgos de personalidad (neuroticismo) eran predictores para ambos tipos de victimización, pero otros lo eran exclusivamente para la cybervictimización, por ejemplo, la ansiedad y la baja autoestima. Esto implicaría, nuevamente, que el cyberbullying no es una mera extension del bullying. Los predictores para ambos tipos de agresión, en cambio, eran casi similares. Como señalan muchos estudios, una mayor autoestima se asociaba con perpetrar el bullying y el cyberbullying, probablemente debido a que son adolescentes seguros y dominantes.