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El crecimiento moderado de la población argentina del siglo XXI es el resultado de tasas de natalidad y mortalidad relativamente bajas y un saldo neto migratorio casi nulo. El descenso de la fecundidad comenzó en la primera mitad del siglo XX y ha mostrado una gran heterogeneidad en su distribución espacial y social. Aunque en las últimas décadas las diferencias han tendido a converger, todavía pueden delinearse dos grande modelos de comportamiento reproductivo: el primero es el que adoptaron las mujeres de los estratos socioeconómicos bajos y se distingue por una fecundidad temprana y descendencias más elevadas que las del promedio nacional; el segundo, característico de la población más favorecida, es menos prolífico y más tardío. En lo que se refiere al primer modelo, en Argentina y América Latina se han elaborado numerosos trabajos sobre el acceso inequitativo a la práctica anticonceptiva y la valoración positiva de la maternidad y de las familias numerosas, aspectos que se han vinculado con condiciones de vida deficientes: bajos niveles educativos, inserciones laborales precarias y hábitat carenciados, relaciones de género tradicionales, baja cobertura de salud y mortalidad infantil y materna elevada. El segundo modelo, de fecundidad baja y tardía, propio de los estratos socioeconómicos medios escolarizados, ha sido menos estudiado. En las áreas de mayor desarrollo relativo del país el modelo adopta rasgos similares a los de las sociedades desarrolladas y obedece a múltiples causas y conflictos, surgidos principalmente de las decisiones de las mujeres sobre las opciones de maternidad y la prosecución de una carrera laboral, a las que se agrega la preocupación por el paso del tiempo, que afecta aspectos biológicos ligados a la fertilidad femenina. El análisis de este segundo modelo debe interpretarse a la luz de los cambios experimentados en las trayectorias de vida de las mujeres de los estratos medios en los últimos 50 años, consecuencia de su creciente incorporación al mercado de trabajo, la mayor exigencia de capacidades educativas para desempeñarse en ese mercado, la dificultad de las parejas para acceder a la vivienda y al rol que desempeñan los hombres en el trabajo doméstico y la crianza de los hijos. En esta presentación nos proponemos indagar sobre las estrategias laborales y familiares de las mujeres de 28 a 40 años, con al menos un hijo, que trabajan en empleos remunerados, pertenecen a estratos socioeconómicos medios y residen en la Ciudad de Buenos Aires[1]. Los objetivos de la ponencia son: 1. Describir la composición de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires según etapas del ciclo de vida familiar por características socio-demográficas 2. Indagar las opiniones y prácticas de las mujeres con hijos que viven en pareja y trabajan en empleos remunerados con respecto al significado del trabajo, el cuidado de los hijos y la organización de la vida doméstica. Objetivo 1: es de naturaleza descriptiva y se cumplirá con datos secundarios provenientes de la Encuesta Anual de Hogares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del año 2007 (EAH). Se analizará la estructura de los hogares según cantidad de hijos, nivel educativo, condición de actividad, cantidad de horas trabajadas y cobertura de salud. Unidad de análisis: los hogares particulares. Objetivo 2: es de naturaleza cualitativa y está destinado a captar opiniones, expectativas y prácticas de las mujeres de 28 a 40 años que tengan al menos un hijo, desempeñen un trabajo remunerado, pertenezcan a niveles socioeconómicos medios y residan en la Ciudad de Buenos Aires Objetivo 2: es de naturaleza cualitativa y está destinado a captar opiniones, expectativas y prácticas de las mujeres de 28 a 40 años que tengan al menos un hijo, desempeñen un trabajo remunerado, pertenezcan a niveles socioeconómicos medios y residan en la Ciudad de Buenos Aires

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