Notas epistemológicas sobre las relaciones entre cuerpo y verdad, el cuerpo como inquietud

VIGNALE, SILVANA PAOLA

Lanús

Congreso; IV Congreso Internacional de Epistemología y Metodología: ?Tradiciones y rupturas: El escenario argentino e iberoamericano; 2016

Universidad Nacional de Lanús

Si la tarea de la filosofía es realizar un diagnóstico del presente, determinar quiénes somos en este momento y cómo hemos llegado a ser los que somos ?labor propia de la genealogía?, aquello no es posible realizarlo si no es en compromiso con el presente, y asumiendo la estrecha relación que mantenemos con él. Pero además, por otro lado, se encuentra relacionado con la propia vida, no sólo en cuanto nuestra biografía determina, condiciona o incide en nuestra labor científica, sino en cuanto esa relación con aquello que se vuelve nuestro objeto de estudio, con el recorte que realizamos para conformar un campo de trabajo, potencia nuestra vida en términos spinozianos. Lo que somos y nuestra potencia no van por caminos distintos. Sobre esto último, queremos enfatizar algo de lo que Foucault habló en algunos textos menos célebres sobre la actitud crítica; ?Actitud? que puede comprenderse como un ethos o modo de vida. Tenemos con ello dos metódicas que amplían, por lo tanto, su contorno hacia el campo de la constitución subjetiva: la labor de la genealogía y la de la crítica. De un lado, atendiendo a la subjetividad propia del presente del cual se forma parte; del otro, a la vida como potencia que insiste sobre sí misma.Cuando hablamos de una epistemología ampliada hacia lo histórico y social, nos referimos a la perspectiva que concibe que la producción del conocimiento científico ?y en nuestro caso, la producción filosófica?, no se origina al margen de los procesos históricos de conformación de las ciencias, de los problemas que se suscitan en una sociedad determinada, de las estrategias políticas ?en sentido amplio?, de los intereses económicos en juego, en fin: hablamos de considerar el juego de fuerzas en un campo determinado de relaciones de poder que intervienen en los procesos de investigación. Ello no significa que el conocimiento abandone su pretensión de objetividad, siempre y cuando entendamos que esa objetividad es fruto de los consensos de una comunidad científica, y no un lugar neutral desde el cual fuera posible mirar, evaluar o conocer. Se trata de asumir la contingencia y disrupción de los acontecimientos, así como una historia de la verdad y una historia de la constitución de los objetos y de los sujetos de conocimiento.