Función utópica y emergencia: hacia una ontología del presente

VIGNALE, SILVANA PAOLA

Mendoza

Seminario; XI Seminario Argentino Chileno y IV Seminario Cono Sur de Ciencias Sociales, Humanidades y Relaciones Internacionales "A propósito de la integración. Las ciencias y las humanidades desde una perspectiva crítica latinoamericana"; 2012

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo

El imaginario utópico es múltiple y suele representarse dentro del campo de lo imposible, como mera quimera. Sin embargo, Arturo Roig restituye el valor epistémico de la función utópica, y nos permite pensar, desde la filosofía, la emergencia de lo nuevo. El pensamiento utópico representa de este modo, respecto de lo instituido, una imagen de la alteridad, en la medida en que forma parte de todo discurso crítico. En este sentido, irrumpe con otra temporalidad, que reviste el carácter de lo intempestivo o inactual, no sólo en tanto que se produce un desfasaje con el propio tiempo, sino también en cuanto que el ejercicio del pensar utópico interrumpe la circularidad pasado-presente-futuro, para realizar un corte histórico en el momento presente, y "ensancharlo". De modo que se asocia con la actitud expectante de quien espera en relación con la mirada, una espera que no predice el carácter futuro de lo real, sino la emergencia de un futuro de lo posible, desde una política de la incertidumbre. Lo anterior da cuenta de la perspectiva teórica desde la cual se aborda la cuestión de la utopía en este trabajo, es decir, desde la función utópica, que consideramos valiosa en cuanto contribuye a ampliar los horizontes crítico-discursivos del pensamiento filosófico en América Latina en particular, pero también en cualquier lugar en el cual la filosofía encuentre como tarea la necesidad de un diálogo de la propia época, que tome como propia la tarea de pensar acerca de quiénes somos en este momento, cuáles son las condiciones de dominación que nos producen como sujetos en nuestras sociedades, y cuáles son nuestros horizontes emancipatorios para la emergencia de nuevas formas de subjetivación, como resistencia a aquellos mecanismos de sujeción de las vidas. En pocas palabras, para toda filosofía que comprenda que su función es la de realizar una ontología del presente.