INVESTIGADORES
SCHWARZ Ernesto
congresos y reuniones científicas
Título:
Depósitos de flujos gravitacionales de sedimentos en el Cretácico Temprano del flanco activo de la Cuenca Neuquina
Autor/es:
SPALLETTI, L.A.; VEIGA, G.D.; SCHWARZ, E.
Reunión:
Congreso; X Reunión Argentina de Sedimentología; 2004
Resumen:
Durante el Jurásico Tardío y el Cretácico Temprano la Cuenca Neuquina permaneció parcialmente aislada del proto-Pacífico por la barrera geográfica y tectónica del arco magmático andino. Como resultado de la acumulación en este marco se formaron depósitos espesos y ampliamente distribuidos de lutitas y margas negras marinas en el sector central de la cuenca. Los márgenes cratónicos (austral y oriental) de la cuenca se caracterizaron por una topografía de rampa suavemente inclinada. En cambio, hacia el oeste, el registro del flanco activo de la cubeta está pobremente preservado debido al ascenso de la estructura del arco magmático andino y a los fenómenos de inversión tectónica acaecidos a partir del Cretácico Tardío. No obstante, en este trabajo se describen dos áreas de sedimentación relacionadas con este margen activo (Rahueco y Huncal) que se caracterizan por el desarrollo de depósitos generados por flujos gravitacionales de sedimentos. En Rahueco, aparece una sucesión areno-pelítica de más de 80m de espesor que se encuentra ubicada entre las lutitas y margas anóxicas del Berriasiano y la discontinuidad intra-valanginiana (sobre la que se desarrolla la sección basal de la Formación Mulichinco). En dicha sucesión predominan las fangolitas masivas entre las que aparecen interestratificaciones delgadas (< 0,3 m) de areniscas de grano fino ymuy fino con laminación paralela y entrecruzada (ondulítica), y lineaciones subestratales producidas por objetos (calcos de punzamiento, de roce y de surco muy delicados) junto a calcos de flujo pequeños y agrupados. Dentro de este conjunto aparecen siete sucesiones tabulares que muestran diseños de apilamiento estratocrecientes y agradacionales, de entre 1,5 y 6 m de espesor, interpretadas como lóbulos turbidíticos. Internamente cada lóbulo está constituido por areniscas medianas en estratos masivos entre 0,1 y 0,9 m de espesor, en cuya base aparecen, tanto en forma aislada como agrupada, calcos de crestas longitudinales y calcos de flujo de gran dimensión asociados con calcos de carga. Las estructuras direccionales muestran orientaciones de paleocorrientes hacia el este y norte, que denotan la existencia de flujos transversales y longitudinales al borde de cuenca, respectivamente. En algunas ocasiones, estas capas masivas pasan en transición a areniscas finas con óndulas de corrientes y laminación ondulítica. Si bien estos conjuntos de areniscas medianas y finas pueden aparecer amalgamados, es más común que estén separados por interdepósitos delgados de fangolitas o intervalos heterolíticos. Por su parte, en Huncal se identifica un intervalo de 15 a 25 m, previamente descripto por Leanza et al. (2003), que se localiza en una sucesión espesa y uniforme de lutitas negras. Se compone de turbiditas arenosas que desarrollan secuencias de tipo Bouma tanto completas como de base o tope incompleto, asociadas a fangolitas, limolitas y areniscas muy finas. La totalidad de este intervalo está comprendida en un pliegue de desmoronamiento acompañado por zonas de cizalla de ángulo bajo a moderado y que muestra una persistente orientación de las estructuras de deformación quasi-sólidas hacia el este. La localización de este pliegue de desmoronamiento de Huncal en la sucesión de lutitas negras, su amplia distribución areal y orientación sugieren un origen vinculado a desplazamiento súbito a lo largo de una pendiente de talud ubicada hacia el oeste (donde se encontraba el flanco activo de la cuenca de trasarco). La sucesión turbidítica de Rahueco y los pliegues de desmoronamiento de Huncal muestran evidencias válidas que resultan útiles en la reconstrucción del flanco occidental, tectónicamente activo, de la Cuenca Neuquina para los tiempos Berriasiano y Valanginiano Temprano. A diferencia de los márgenes cratónicos de la cuenca, el borde occidental de la Cuenca Neuquina ha tenido una pendiente de talud bien desarrollada y aporte sedimentario suficiente como para producir la progradación de un sistema turbidítico marino.