INVESTIGADORES
PIÑEDA Maria Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
Diálogos entre L.L. Thurstone y H. Rimoldi
Autor/es:
PIÑEDA, M. A.
Lugar:
Tucumán
Reunión:
Encuentro; XXI Encuentro Argentino de Historia de la Psiquiatría, Psicología y Psicoanálisis.; 2020
Institución organizadora:
Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Tucumán
Resumen:
En un fichero de la Biblioteca del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Psicología Matemática y Experimental (CIIPME) se conservan numerosos documentos a los que le atribuimos valor histórico. Varias carpetas sin catalogar mantienen algún orden dado por la lógica de las significaciones que le otorgó su primer dueño: el Dr Horacio Rimoldi (1913-2006). Cartas y registros de actividades académicas configuran el mosaico de testimonios escritos desde el que se puede reconstruir en parte, una compleja trama de relaciones entre comunidades científicas cuyas acciones dejaron huellas. En una de esas carpetas caratulada como ?Thurstone?, se descubren 13 cartas y un amarillento recorte de la sección de obituarios del Chicago Daily News, fechado el 30 de septiembre de 1955. Su encabezado destaca: ?WON WORLD FAME Dr L L Thurstone, Psychologist, Dies?. Las cartas que preceden al recorte permiten comprender los sentimientos que se habrían conjugado al extraerlo del periódico y reubicarlo en el fichero. Louis Leon Thurstone (1887-1955) fue uno de los psicómetras más relevantes del siglo XX con aportes en la evaluación de la inteligencia, las aptitudes y actitudes. Inicialmente formado como Ingeniero en la Universidad de Cornell (1912), movido por el interés en la educación se orientó a la psicología, disciplina en la que obtuvo su PhD en 1917 en la Universidad de Chicago. Situado en la cuna del funcionalismo, trabajó con el renombrado J. R. Angell (1869-1949), quien fue presidente de la American Psychological Association (APA) en 1906, y por esos años dirigía el Departamento de Psicología. Por su parte, Thurstone también fue profesor de la Universidad de Chicago durante 28 años y presidió la APA en 1932. En la Universidad dirigió el Laboratorio de Psicometría en el que se rodeó de investigadores de primer nivel y produjo numerosas publicaciones. Fue autor de tests ocupacionales para la Armada en la Primera Guerra Mundial y miembro del comité de clasificación de personal de la Armada en la Segunda Guerra Mundial. Autor de numerosas obras, varios de sus proyectos fueron gestados con su esposa Thelma Gwinn. En la casa en la que criaban a sus hijos Robert, Conrad y Frederik, cada miércoles por la tarde eran anfitriones de seminarios con unos 30 invitados (Bashaw y Bashaw,1988, Jones, 2007).Thurstone disputaba nada menos que con Charles Spearman (1863-1945) la escena central de la psicometría mundial que se repartía entre Oxford y Chicago. Justamente Rimoldi abrevó de las fuentes de Oxford y de Chicago. Los diversos trabajos que honraron su memoria (Cortada, 2006, Sacchi, 2006) y analizaron sus aportes a la psicología iberoamericana (Carpintero, 2006) ilustraron parte de ese recorrido que su propio relato autobiográfico (Rimoldi, 1995) recuperó con mayor detalle. Sabemos que se graduó con honores en la Facultad de Medicina de la UBA, en la que fue discípulo de Bernardo Houssay (1887-1971). El maestro que años más tarde fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología de (1947) lo impulsó a emprender sus estudios doctorales en la Universidad de Oxford, cuestión a la que Rimoldi se abocó entre 1939 y 1941. Allí se entrenó en métodos factoriales bajo la dirección de William Stephenson (1902-1989), discípulo de Spearman. Meses antes de lograr su cometido, fue convocado por Houssay a regresar al país para ocupar un puesto de Profesor en la Universidad Nacional de Cuyo y organizar allí un Laboratorio de Psicología Experimental (Calabresi, 2010). En esta empresa, no exenta de dificultades económicas y políticas propias de la universidad argentina, se comprometió hasta 1946, habiendo logrado la primera estandarización extranjera de matrices progresivas de Raven. Justamente por su cercanía a Houssay, en 1946 se alejó del país cuando los académicos cercanos al gran fisiólogo fueron visualizados como adversarios políticos del gobierno del Presidente Juan Domingo Perón (que se extendió entre 1945 y 1955), y algunos fueron desplazados de la universidad pública. Por lo que Rimoldi decidió buscar mejores oportunidades mediante becas en Estados Unidos. El financiamiento de la Guggenheim Foundation le posibilitó integrarse al Laboratorio de Psicometría de Thurstone en Chicago donde aprendió los métodos factoriales que este utilizaba para el estudio de la inteligencia. Allí obtuvo su PhD en 1948 con la tesis: ?Estudio de algunos factores relacionados a la inteligencia?. En 1951, fue convocado a Uruguay por la Universidad de La República para organizar la carrera de Psicología y organizar un laboratorio. Historias locales describieron las desventuras políticas y económicas que afrontó en ese infructuoso intento (Chavez Bidart, 2020), por lo que decidió regresar a Estados Unidos. En 1955 obtuvo un puesto de Profesor en la Universidad de Loyola donde finalmente organizó un Laboratorio de Psicometría que se convirtió en referencia sobre el estudio de procesos cognitivos y tácticas para la resolución de problemas, dirigiendo unos 40 doctorandos entre los que se incluyeron algunos europeos y latinoamericanos. Allí se afincó hasta 1969. Durante esos años, no obstante, mediante viajes para dictar cursos, asesoramientos, dirección de tesistas, etc., el académico argentino permaneció en fluido contacto con compatriotas de diversas universidades y del CONICET. En épocas en las que se iniciaba la profesionalización de la psicología en ese país, colaboró sistemáticamente con la formación de posgrado en psicología e incidió en las políticas académicas y científicas de esas instituciones para darle a la disciplina local una impronta científica. De hecho, esas comunidades académicas, con el aval de Houssay, apoyaron su regreso e hicieron posible su nombramiento como Investigador Superior de CONICET para organizar y dirigir el CIIPME (Piñeda, 2020). Los éxitos cosechados en una fructífera carrera, parecen llegar hasta nosotros como un hecho dado. Sin embargo, desde una perspectiva historiográfica crítica podemos preguntarnos ¿cómo es que el mismo académico que en su país, y en el país vecino, fue invitado para enseñar y organizar laboratorios no logró establecerse en ellos para cumplir su cometido y, sin embargo, se consolidó en una universidad estadounidense? ¿Cómo logró insertarse un investigador latino en el centro del campo de la psicometría que giraba en torno a Spearman y Thurstone, y realizar aportes originales al estudio de la resolución de problemas?Las cartas que aquí recuperamos para el análisis se constituyen para nosotros en documentos que permiten reconstruir y comprender el mundo pasado de otros, con sus conflictos y contradicciones. En el presente trabajo, nos proponemos visibilizar algunos aspectos de los años que sucedieron a la partida de Rimoldi de Argentina hasta lograr su posición en la Universidad de Loyola. Siguiendo una metodología histórica de análisis documental (Benjamin, 2006, Klappenbach, 2014, León y Jacó-Vilela, 2018), se realizó relevamiento, lectura y análisis de contenido de 13 cartas enviadas entre Rimoldi y Thurstone entre 1948 y 1955 que se digitalizaron y transcribieron. El material fue leído de manera diacrónica y sincrónica. Las cartas se enumeraron y registraron en una base de datos según los indicadores: fecha-lugar; destinatario-remitente y su filiación institucional, menciones a personas, instituciones y financiamientos; conflictos que evocaban, apoyos para las decisiones que se tomaban.Las cartas revelan aspectos de la relación discipular entre Thurstone y Rimoldi en los años en los que éste concurrió a la Escuela de Graduados de la Universidad de Chicago hasta lograr su doctorado y, más tarde, su posdoctorado en el Laboratorio de Psicometría dirigido por Thurstone. Salta a la vista que Rimoldi era parte de la vida cotidiana de la familia Thurstone y guardaba con ellos un trato amistoso y cercano que impregnaba la relación discipular. ¿Cómo escribir, publicar en las principales revistas de psicometría y asimilarse al público norteamericano, no siendo nativo de la cultura angloparlante? Sobre ello efectuaba generosas y delicadas recomendaciones el maestro que -siendo hijo de inmigrantes suecos- también había experimentado las dificultades de adaptación a la lengua de una comunidad en la que se consideraba extranjero. Conjuntamente, le expresaba su aliento para desarrollar aportes originales al estudio factorial de la inteligencia y los procesos de resolución de problemas que él había abordado, buscando superar a Spearman. Años después, se intercambiaron pedidos de consejo y orientaciones sobre la empresa de organizar el laboratorio de Uruguay. Desde el principio Thurstone le dejó en claro que, más allá de sus buenos augurios, las puertas de su laboratorio en Chicago siempre estaban abiertas para retornar. Frente a las frustraciones de Rimoldi por las circunstancias políticas y económicas de la universidad uruguaya, rápidamente Thurstone activó sus influencias, recomendando a Rimoldi en diferentes puestos académicos para promover su regreso a Estados Unidos. En otras misivas, el maestro lo puso al tanto de sus conferencias y proyectos de establecerse en una nueva universidad tras su jubilación en la Universidad de Chicago. Finalmente, cuando se estableció en Chapell Hill para organizar un nuevo laboratorio donde seguir investigando junto a su esposa, continuaba invitando a su discípulo. En las cartas también se trasluce, la concepción que Rimoldi fue consolidando sobre la formación de investigadores científicos en psicología, en un país en el que esta disciplina era una ciencia rigurosa y una profesión autónoma, ampliamente legitimada. Quedaba claro que su ideal estaba puesto en el modelo de psicología como ciencia natural que distaba bastante de la que se desarrollaba en las universidades latinoamericanas, la cual crecía al amparo de Facultades de Filosofía, Letras y Humanidades, donde había poco espacio para estadísticas y laboratorios.