INVESTIGADORES
PIÑEDA Maria Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
Una generación de mujeres, doctoras, investigadoras en Psicología
Autor/es:
PIÑEDA, M. A.
Lugar:
Campo Grande
Reunión:
Congreso; V Congresso Brasileiro de História da Psicologia; 2021
Institución organizadora:
Sociedade Brasileira de História da Psicologia
Resumen:
Los estudios históricos sobre profesión académica desde el abordaje de las trayectorias profesionales, permiten visibilizar políticas universitarias y científicas específicas que ofrecen oportunidades e imponen obligaciones, incidiendo en la configuración de prácticas, roles e identidades profesionales generacionales. El objetivo de este trabajo es comprender los procesos que contribuyeron a forjar la identidad profesional de mujeres nacidas entre 1921 y 1935 que en Argentina accedieron a la profesión de investigadoras en el espacio relacional universitario y del naciente Consejo Nacional de Investigaciones Científicas-CONICET entre mediados de 1950 y 1970. Partimos del relevamiento de un importante corpus documental sobre las trayectorias profesionales de Miguelina Guirao, Ives Lys Danna, Eva Borkowska de Mikusinski, Claribel Morales de Barbenza, Carla Sacchi, Hermelinda Fogliatto, Rosalía Amitrano de Paiva y Ana María Insúa. Analizamos el interjuego de políticas y elecciones personales por las que esta generación de mujeres definieron un nuevo rol profesional en el campo disciplinar. A pesar de repetidos golpes de estado e intervenciones de las universidades, se produjo una modernización del sistema universitario, con un significativo aumento no planificado de la matrícula y del plantel docente, ambos progresivamente feminizados. Esta modernización instauró normas, prácticas y roles que pusieron en tensión la cultura universitaria profesionalista y el modelo de universidad cientificista. Asimismo, desde 1955 se crearon las carreras de psicología, cuyas matrices de formación se fundaron en modelos científicos arraigados en las prácticas psicotécnicas y psicométricas. Estas pronto viraron hacia perfiles profesionales orientados hacia las prácticas clínicas, predominantemente psicoanalíticas e ideológicamente reactivas a las estadísticas y a los laboratorios. En consecuencia, los perfiles científicos que escapaban al modelo dominante se fueron marginando de estas carreras. En 1958 se organizó el CONICET, inicialmente concebido con la misión de fomentar la investigación en las universidades. Se creó la carrera de investigador científico, complementando los salarios de selectos profesores para que se dediquen de tiempo completo a esta actividad. Con políticas de subsidios a la investigación, contratación de investigadores extranjeros y becas al exterior para la formación de posgrado, se buscaba fortalecer el desarrollo científico desde valores universalistas y estándares internacionales. Bajo el predominio de las ciencias biomédicas, y entre los debates sobre la supremacía de la investigación básica o aplicada al desarrollo socioeconómico del país, se abrieron paso las primeras becas y subsidios para el desarrollo de una ciencia psicológica, explícitamente alejada del modelo dominante en las universidades locales. Estas políticas cimentaron la trayectoria de una generación de mujeres provenientes del campo de la educación, filosofía y humanidades que eligió abrazar la profesión de investigadora en psicología. Ellas adoptaron la entonces inusual práctica de emprender estudios doctorales y posdoctorales inmediatamente finalizaron los de grado, en universidades italianas, francesas, inglesas y norteamericanas y se integraron a la carrera científica, con sus prácticas, estándares y exigencias, con diferentes niveles de relación con CONICET.