Los peccata oris en el Corrector de Burchard de Worms

ANDREA VANINA NEYRA

Bariloche

Jornada; XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia; 2009

Universidad Nacional del Comahue

Este trabajo tiene como objeto de estudio un tipo de pecado que no ha sido asiduamente visitado por los investigadores. Se trata de los peccata oris o pecados de la lengua, que en este caso serán indagados a partir del Corrector sive medicus de Burchard de Worms. Este documento constituye el Libro XIX de la colección canónica conocida como Decretum, compilada por el mencionado obispo y sus colaboradores entre los años 1008 y 1012. Allí se encuentra una larga serie de preguntas penitenciales dirigidas a conocer las prácticas, las creencias y los pecados cometidos por los fieles cristianos que recurren a la confesión. A continuación de la descripción de cada uno de los errores, se dicta una penitencia tasada a su medida que debería ser cumplida por el pecador y que serviría de guía para el confesor en el tratamiento de las situaciones que surgían en su trabajo diario. Los peccata oris adquieren mayor relevancia en los siglos XII y XIII cuando se convierten en un tópico específico que genera una preocupación capital para algunos autores medievales. Sin embargo, ya aparecen ?aunque tímidamente- con anterioridad, por ejemplo en la obra de Burchard de Worms, donde algunos pasajes se refieren al perjurio, al juramento ocioso, al falso testimonio, a la maldición y a la jactancia. Más allá de sus características particulares, nos interesan también en función del lugar que detentan en este penitencial y de una serie de cuestiones que se abren con su análisis. Por un lado, permiten completar el panorama de la jerarquía que ocupan los distintos tipos de falta que son consideradas e incluidas en el Corrector y la manera en que eran vistas por los eclesiásticos que luchaban contra ellas. Pero por otro lado interesan como instrumento para comprobar algunas cuestiones inherentes a la morfología de este texto penitencial y a su contenido, que se presentan de manera reiterada a lo largo de sus páginas.A la vez, a través de conocer las penitencias tasadas es posible acceder cierta información acerca de algunas condiciones que las agravan o, por el contrario, las atenúan. Así, entran en juego elementos como las razones, las presiones, la necesidad, la inducción al pecado, la repetición y la conciencia o no sobre el acto pecaminoso.