INVESTIGADORES
NEYRA Andrea Vanina
congresos y reuniones científicas
Título:
Violencia sobre niños en la Edad Media: prácticas y creencias supersticiosas
Autor/es:
NEYRA, ANDREA VANINA
Lugar:
Ciudad de Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Terceras Jornadas de reflexión: Monstruos y monstruosidades. Cultura, Arte e Historia; 2006
Institución organizadora:
IIEGE
Resumen:
  En este trabajo se estudian algunos casos de violencia ejercida sobre cuerpos de niños en el contexto de prácticas y creencias supersticiosas en la Edad Media.   En ocasiones, esa violencia no era vista como tal por quienes la ejercían –o, por lo menos, constituía un mal menor-, puesto que era ejercida como parte de un intento de sanar a niños enfermos. Parte de la explicación se encuentra en la creencia en los changelings, enfants changés o Wechselbälge, es decir, niños que habían sido cambiados por espíritus, hadas o enanos. Si los intentos de curación fallaban y los niños fallecían, se consideraba que, de todas maneras, no se trataba del propio hijo. En otras oportunidades, se trataba de “torturar” a los niños cambiados para que sus llantos fueran escuchados por sus padres verdaderos, con el objetivo final de que éstos devolvieran a los niños robados, por los cuales habían dejado a los changelings.   Otros casos de violencia sobre los cuerpos de los niños tenían lugar cuando ya habían fallecido y se relacionan con las prácticas supersticiosas cuyo objetivo era evitar que éstos volvieran a espantar a los vivos.   Se tomarán ejemplos de estas prácticas y creencias del Corrector sive medicus –o libro XIX- del Decretum de Burchard de Worms, que constituye un conocido penitencial de comienzos del siglo XI. Sin embargo, se hará también mención de un ritual vinculado con el culto a un galgo conocido como San Guinefort, relatado por Étienne de Bourbon en el siglo XIII y estudiado en profundidad por Jean-Claude Schmitt.    Estas prácticas fueron sancionadas de diversas maneras (con penitencias individuales o con la prohibición de continuar con los cultos) por tratarse de “supersticiones” que la Iglesia cristiana deseaba eliminar como parte de su misión cristianizadora. No obstante, su interés no se limita a la constatación de una cristianización superficial, sino que también nos permiten tener una idea acerca de otras temáticas, como la visión acerca de la niñez y los modos de resolver los problemas cotidianos planteados ante las familias medievales.   En este trabajo se estudian algunos casos de violencia ejercida sobre cuerpos de niños en el contexto de prácticas y creencias supersticiosas en la Edad Media.   En ocasiones, esa violencia no era vista como tal por quienes la ejercían –o, por lo menos, constituía un mal menor-, puesto que era ejercida como parte de un intento de sanar a niños enfermos. Parte de la explicación se encuentra en la creencia en los changelings, enfants changés o Wechselbälge, es decir, niños que habían sido cambiados por espíritus, hadas o enanos. Si los intentos de curación fallaban y los niños fallecían, se consideraba que, de todas maneras, no se trataba del propio hijo. En otras oportunidades, se trataba de “torturar” a los niños cambiados para que sus llantos fueran escuchados por sus padres verdaderos, con el objetivo final de que éstos devolvieran a los niños robados, por los cuales habían dejado a los changelings.   Otros casos de violencia sobre los cuerpos de los niños tenían lugar cuando ya habían fallecido y se relacionan con las prácticas supersticiosas cuyo objetivo era evitar que éstos volvieran a espantar a los vivos.   Se tomarán ejemplos de estas prácticas y creencias del Corrector sive medicus –o libro XIX- del Decretum de Burchard de Worms, que constituye un conocido penitencial de comienzos del siglo XI. Sin embargo, se hará también mención de un ritual vinculado con el culto a un galgo conocido como San Guinefort, relatado por Étienne de Bourbon en el siglo XIII y estudiado en profundidad por Jean-Claude Schmitt.    Estas prácticas fueron sancionadas de diversas maneras (con penitencias individuales o con la prohibición de continuar con los cultos) por tratarse de “supersticiones” que la Iglesia cristiana deseaba eliminar como parte de su misión cristianizadora. No obstante, su interés no se limita a la constatación de una cristianización superficial, sino que también nos permiten tener una idea acerca de otras temáticas, como la visión acerca de la niñez y los modos de resolver los problemas cotidianos planteados ante las familias medievales.   En este trabajo se estudian algunos casos de violencia ejercida sobre cuerpos de niños en el contexto de prácticas y creencias supersticiosas en la Edad Media.   En ocasiones, esa violencia no era vista como tal por quienes la ejercían –o, por lo menos, constituía un mal menor-, puesto que era ejercida como parte de un intento de sanar a niños enfermos. Parte de la explicación se encuentra en la creencia en los changelings, enfants changés o Wechselbälge, es decir, niños que habían sido cambiados por espíritus, hadas o enanos. Si los intentos de curación fallaban y los niños fallecían, se consideraba que, de todas maneras, no se trataba del propio hijo. En otras oportunidades, se trataba de “torturar” a los niños cambiados para que sus llantos fueran escuchados por sus padres verdaderos, con el objetivo final de que éstos devolvieran a los niños robados, por los cuales habían dejado a los changelings.   Otros casos de violencia sobre los cuerpos de los niños tenían lugar cuando ya habían fallecido y se relacionan con las prácticas supersticiosas cuyo objetivo era evitar que éstos volvieran a espantar a los vivos.   Se tomarán ejemplos de estas prácticas y creencias del Corrector sive medicus –o libro XIX- del Decretum de Burchard de Worms, que constituye un conocido penitencial de comienzos del siglo XI. Sin embargo, se hará también mención de un ritual vinculado con el culto a un galgo conocido como San Guinefort, relatado por Étienne de Bourbon en el siglo XIII y estudiado en profundidad por Jean-Claude Schmitt.    Estas prácticas fueron sancionadas de diversas maneras (con penitencias individuales o con la prohibición de continuar con los cultos) por tratarse de “supersticiones” que la Iglesia cristiana deseaba eliminar como parte de su misión cristianizadora. No obstante, su interés no se limita a la constatación de una cristianización superficial, sino que también nos permiten tener una idea acerca de otras temáticas, como la visión acerca de la niñez y los modos de resolver los problemas cotidianos planteados ante las familias medievales.