Evaluación del uso de picobirnavirus y enterovirus infectivo como indicadores virales para el seguimiento de la contaminación fecal en aguas superficiales y su potencial para reportar la presencia de rotavirus. Córdoba, Argentina.

GISELA MASACHESSI, VERÓNICA E PREZ, JOAN F. MICHELENA, LAURA C MARTÍNEZ, MIGUEL O GIORDANO, MARÍA B ISA, JORGE V PAVAN, SILVIA V NATES.

Córdoba

Jornada; Reunión Científica Anual de Virología; 2018

SAV

La contaminación fecal en cuerpos de agua dulce es un problema creciente ya que se ve asociada con la transmisión de microorganismos patógenos entéricos que pueden causar diversas enfermedades. Entre los microorganismos se destacan los virus que se transmiten por vía fecal-oral y que tienen impacto en salud humana. Los parámetros microbiológicos para medir calidad de aguas recreativas incluyen bacterias coliformes. Sin embargo, la ausencia de estos microorganismos puede no excluir virus entéricos ya que generalmente son más resistentes que las bacterias a los tratamientos de aguas residuales. El objetivo del estudio fue evaluar el uso de picobirnavirus (PBV) y enterovirus infeccioso (iEV) como indicadores para el seguimiento de la contaminación fecal en el agua dulce y su potencial para informar la presencia de rotavirus (RV). El estudio se llevó a cabo en el embalse San Roque, Córdoba, Argentina, durante tres años (2013-2015). Las muestras de agua se concentraron por precipitación con PEG6000. La RT-PCR se llevó a cabo para evaluar la presencia del genoma de PBV y RV. iEV se evaluó mediante un ensayo de IFD en cultivo celular. La carga genómica de RV se cuantificó mediante qPCR y se estimaron las partículas infectivas. La frecuencia global fue de 62.9% para PBV y de 70.4% para iEV. No se observaron diferencias significativas en las tasas de iEV y PBV en los años estudiados o un patrón estacional para los virus ensayados. La frecuencia total de RV fue de 45.8%; El 90.9% de las muestras positivas para RV también fueron positivas para el genoma de iEV y/o PBV. Las partículas infecciosas del rotavirus se detectaron en el rango de 33 a 746,6; El 90% de las muestras reveló hasta 100 partículas infecciosas, suficientes para iniciar una infección viral. Por lo tanto, el PBV y el iEV podrían ser indicadores prometedores para el seguimiento de la contaminación fecal en el agua dulce. La detección de estos virus podría informar sobre la presencia de RV. La evidencia de iEV podría indicar condiciones de matriz adecuadas para mantener la infectividad de RV. Para monitorear la calidad bacteriológica y virológica de las aguas superficiales, se propone el siguiente algoritmo: 1) Detección de carga bacteriana: si la carga excede el nivel guía estándar, podría clasificarse como agua microbiológicamente peligrosa. 2) Aguas con carga bacteriana por debajo del nivel guía estándar: evaluar la detección de iEV. Si el resultado es positivo, indica: a) contaminación fecal de origen humano, b) presencia de virus viables, c) matriz acuosa con riesgo potencial de infección para la población expuesta e c) indirectamente probabilidad de presencia de RV en dosis infecciosas suficientes para iniciar una infección viral en el individuo expuesto. 3) Si el resultado de iEV es negativo: detección del genoma de PBV, si el resultado es positivo para PBV, indica contaminación fecal de origen no identificable e indirectamente la potencial presencia de RV.