INVESTIGADORES
MASACHESSI Gisela
congresos y reuniones científicas
Título:
Historia natural por la infección de picobirnavirus (PBV) en la población porcina
Autor/es:
MASACHESSI G; MARTINEZ LC; MARTINEZ LC; BARRIL PA; ISA MB; FERREYRA L; NATES SV
Lugar:
Asunción
Reunión:
Jornada; XV Jornadas de Jóvenes Investigadores de la AUGM.; 2007
Institución organizadora:
Asociación de Universidades Grupo Montevideo
Resumen:
En 1998 Pereira y col. (Pereira et al., 1988a) reportaron la presencia de un nuevo virus en contenidos intestinales de la rata silvestre Oryzomys nigripes. El virus consistía en partículas muy pequeñas, desnudas y con un diámetro de aproximadamente 35 nm, conteniendo un genoma viral de RNA bi-segmentado (dsRNA) de doble cadena. Los segmentos genómicos tenían un tamaño dentro de un rango de 2,2 a 2,6 y 1,2 a 1,9 pkb, respectivamente (Haga et al,. 1999). Debido al tamaño del genoma viral y a sus características morfológicas es que no se pudo calcificar a este nuevo virus dentro de ninguna de las familias previamente conocidas. Para este virus se propuso el nombre de picobirnavirus (PBV). Luego del descubrimiento de PBV, otros investigadores encontraron, en materia fecal de especies animales tanto domésticas como salvajes, virus con similares características, incluyendo ratas (Pereira et al., 1988 b), oso hormiguero gigante (Haga et al., 1999), hámster (Pereira et al., 1989), conejos (Gallimore et al., 1993; Ludert et al., 1995), pollos (Leite et al., 1990; Alfieri et al., 1988), cerdos (Chasey et al., 1990; Gatti et al., 1989; Ludert et al., 1991; Pogsuwanna et al., 1996), terneros (Vanpodenbosch and Wellemans, 1990) y potros (Browning et al., 1991). Estos hallazgos sugieren que PBV podría tener un rango amplio de especies animales hospedadoras. Otros estudios, reportaron la presencia de PBV en materia fecal de humanos (Casio et al., 1996; Gallimore et al., 1995; Grohmann et al., 1993; Giordano et al., 1999; Liste et al., 2000). No ha sido esclarecido, hasta el momento, el rol de PBV como causante de gastroenteritis en animales. Las primeras investigaciones que asocian a PBV con enfermedad fueron llevadas a cabo en cerdos. Gatti y col. (Gatti et al., 1989) reportaron una alta proporción de detección de PBV en materia fecal de cerdos con diarrea comparado con cerdos sin diarrea. (15,3% Vs 9,6%). En contraste Ludert y col. (Ludert et al., 1991) detectaron el virus en igual frecuencia entre en cerdos con y sin diarrea. Por otro lado, estudios llevados a cabo en pollos (Leite et al., 1990; Alfieri et al., 1988), terneros (Vanpodenbosch and Wellemans, 1990) y potros (Browning et al., 1991) no encontraron ninguna asociación entre la detección de PBV y diarrea. Hoy en día tampoco esta esclarecida la potencial asociación de PBV con gastroenteritis en niños (Ludert et al., 1993; Pereira et al.; 1988b). Sin embargo PBV es considerado como un posible patógeno entérico causante de diarreas persistentes en individuos en condiciones de inmunosupresión (Giordano et al. 1998; Grohmann et al., 1993). De esta manera, la posibilidad de que los PBV puedan ser patógenos oportunistas o virus inocuos en el intestino aún no puede ser establecida. Hoy en día, el único método disponible para detectar PBV en materia fecal es la técnica de electroforesis en gel de poliacrilamida con tinción argéntica (PAGE S/S). Si bien esta técnica es muy usada, tiene sus limitaciones debido a que es relativamente insensible. Recientemente, en el año 2000 fue desarrollada la técnica de RT-PCR (reverse transcription- polymerase chain reaction assay) (Rosen et al., 2000) específica para PBV, lo que permitió la caracterización parcial de 7 cepas de PBV humanas de China y de Estados Unidos. Además de esto, recientemente se encontraron las secuencias parciales de 4 cepas argentinas (Martínez et al., 2003), y las relaciones filogenéticas de estas con tres cepas de Hungría (Bányai et al., 2003), y las cepas de P BV aisladas de Tailandia (Wakuda et al., 2005) e India (Bhattacharya et al., 2006) La infección viral en el huésped puede ser limitada o prolongarse en el tiempo, definiendo así un modelo de infección aguda o persistente respectivamente. Las infecciones agudas son limitadas en el tiempo y se resuelven a través de la eliminación del virus. Por ejemplo rubéola, hepatitis A, sarampión, entre otras: En cambio en las infecciones persistentes el agente viral permanece por meses o años o durante toda la vida del huésped, es una permanencia en el tiempo de la relación agente-huesped, por ejemplo herpes simplex y citomegalovirus, entre otros. En particular para PBV se desconoce hasta hoy, el patrón de infección que establece en el huésped, por lo que en este trabajo se intenta establecer el modelo de infección y la asociación de PBV al síndrome diarreico. Para lo cual se tomaron tres especies animales, las cuales, por antecedentes de trabajos se sabe son susceptibles a la infección por PBV. Estas especies son, ñandúes (Rhea Americana), cerdos (Sus scrofa) y Orangután (Pongo pygmaeus),