Pierre Bayle y el poder corrosivo de la razón

FERNANDO BAHR

Rosario

Simposio; Cuarto Simposio de Filosofía Moderna; 2019

Centro de Estudios en Filosofía Moderna, Universidad Nacional de Rosario

´[S]e puede comparar la filosofía a esos polvos tan corrosivos que, después de haber consumido las carnes babosas de una úlcera, carcomerán la carne viva y cariarán los huesos y los horadarán hasta la médula´. Bayle utiliza dos veces esta efectiva metáfora en el Dictionnaire historique et critique. La primera, la que acabamos de citar, se encuentra en la observación G del artículo ´Acosta´. La segunda está en la observación E del artículo ´Euclide´. Aquí, con pocas variaciones, Bayle dice que la lógica ´se parece a esos polvos corrosivos que, después de haber comido las carnes babosas de una úlcera, comerán también la carne viva, y cariarán los huesos si se los deja hacer´. En ambos casos, Bayle recurre a ella para indicar lo que considera una ley inscripta en la naturaleza de la razón humana: su incapacidad para autolimitarse. La filosofía y la lógica, en cuanto productos de la razón, serían los mejores ejemplos de esta vocación autodestructiva; una y otra, dice Bayle, sirven para refutar los errores, pero, acto seguido, si no se las detiene y se las deja actuar a su fantasía, atacan también las verdades y van tan lejos que ya no saben dónde están ni encuentran lugar dónde asentarse.Para desarrollar el tema en el presente trabajo elegimos tres ejemplos de este proceder fatal de la razón: la disputa entre a finitistas e infinitistas acerca de la realidad de la extensión; la que se dio entre monistas y dualistas en torno al problema del mal; y, por último, la que Bayle imagina entre teístas y ateos a propósito de la hipótesis conocida como ?estratonismo?.