INVESTIGADORES
MORGENFELD Leandro Ariel
congresos y reuniones científicas
Título:
Argentina, Estados Unidos y la crisis de los misiles de 1962
Autor/es:
MORGENFELD, LEANDRO ARIEL
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; IV Jornada de discusión de avances de investigación en Historia Argentina: fuentes, problemas y métodos; 2012
Institución organizadora:
Universidad Católica Argentina - Rosario
Resumen:
La relación Argentina-Estados Unidos atravesó un entendimiento relativo al momento de la asunción de Frondizi. Sin embargo, cuando se produjo la revolución cubana y la lucha anticomunista en América pasó a primer plano en la política exterior de Washington, empezaron a producirse diversos cortocircuitos. Frondizi disintió con la orientación asistencialista de la ALPRO y se opuso a la política de expulsión de Cuba de la OEA y de ruptura de relaciones diplomáticas con la isla. Reivindicó, al menos inicialmente, el respeto a la autodeterminación de los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de otros países y la solución pacífica de los conflictos internacionales. Interpretó erróneamente que el “problema cubano” era una oportunidad para obtener ventajas económicas por parte de Estados Unidos. Sin embargo, su proyecto se abortó en marzo de 1962. Aunque el golpe pudo haber contado con apoyos en diversos círculos en Washington, vinculados a sectores de las fuerzas armadas argentinas, el Departamento de Estado se mostró renuente a una rápida aceptación del nuevo gobierno de José María Guido y este reconocimiento se demoró, en parte, por la prédica democrática de Kennedy. De todos modos, la profunda crisis económica que debió sortear Argentina, y el temor de Estados Unidos al “contagio cubano” llevaron a prestar ayuda militar y económica a la Casa Rosada, que desplegó una política exterior mucho más alineada con el Departamento de Estado. Así, durante el breve mandato de Guido, Argentina colaboró con Estados Unidos desde el punto de vista militar en la crisis de los misiles soviéticos en Cuba (octubre de 1962) y participó del bloqueo naval y aéreo contra la isla, abandonando su tradicional respeto al principio de autodeterminación de los pueblos. Carlos Muñiz, en la OEA, dio impulso a la creación de una fuerza interamericana de intervención, que incluiría una “brigada argentina”, integrada por 10.000 efectivos militares, lista para interceder en cualquier lugar del continente. Se produjo, entonces, un alineamiento tras las políticas del Departamento de Estado. Altos mandos de las fuerzas armadas argentinas visitaron frecuentemente el Pentágono, incluyendo al jefe del ejército, Onganía, quien adhirió en forma entusiasta a la Doctrina de Seguridad Nacional, impulsada por la Junta Interamericana de Defensa. En la siguiente ponencia se analizarán las alternativas de la intervención argentina en la crisis de los misiles, en el marco del sistema interamericano.