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Desde la expansión estadounidense a fines del siglo XIX y la inserción de Argentina en el mercado mundial como economía agroexportadora, ambos países de destacaron en cada extremo del continente americano e intentaron, de distintas formas, encolumnar al resto de las naciones del continente atrás de sus disímiles estrategias. Ya en la primera conferencia panamericana, en la cual Estados Unidos pretendía consolidar su posición en la región, Argentina se constituyó en el obstáculo para los deseos estadounidenses, en función de su relación económica y política privilegiada con Europa, y en particular con Gran Bretaña. En las primeras ocho conferencias panamericanas (1889-1938), se observará cómo se manifiesta la lucha entre distintas potencias europeas y Estados Unidos por el dominio de una región que comenzaba a especializarse como exportadora de alimentos y materias primas, como mercado para las exportaciones de bienes manufacturados y como receptora de capitales, y, en particular, cuál es el papel de la Argentina en dicha disputa. A lo largo del medio siglo que abordaremos en esta ponencia, la disputa irá incrementándose, y se delinearán disímiles visiones en relación al panamericanismo. Los debates en torno al proteccionismo estadounidense, la condena a la intervención en otros países, la contraposición de las doctrinas Monroe y Drago, y la resolución de los conflictos armados en el continente son algunos de los ejes desarrollados en el ámbito de las reuniones continentales. Estudiar la relación entre estos dos países a través de su actuación en las conferencias panamericanas, además de iluminar con el trabajo documental una parte de la historia poco transitada por los historiadores y poco conocida en general, permitirá mostrar cómo se conformaron las condiciones históricas para la particular relación de Argentina con la potencia del norte a lo largo de todo el siglo XX.

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