Política, Liberalismo, Drogas

JUAN FRANCISCO IOSA

Córdoba

Jornada; XVII Jornadas Argentinas de Filosofía Jurídica y Social; 2003

Asociación Argentina de Filosofía del Derecho

El trabajo analiza la importancia del actual del debate sobre la despenalización del consumo de drogas ¿Qué sentido tiene, si es que tiene sentido, discutir hoy sobre las drogas y su legalización? ¿Es manifestación de valores prioritarios, por los cuales vale la pena dar batalla en la actual situación política? ¿o implica más bien valores secundarios, la lucha por los cuales debe esperar si reclaman nuestro tiempo cuestiones más urgentes?  Se sostiene que es  apropiado enmarcar esta pregunta en la más general sobre el valor actual de la lucha por  la vigencia del principio de autonomía y la clara fijación del ámbito legítimo de actuación de la autoridad política. Afirma que si bien el debate por la legalización está ganado a nivel teórico, no sucede lo mismo a nivel político. Sin embargo se sostiene que  hoy el reclamo de fortalecer las libertades individuales no es el reclamo prioritario, que si comparamos la situación actual con otros momentos de nuestra historia y tenemos en cuenta que siempre dentro del Estado de Derecho puja el Estado de policía, llegaremos a la conclusión de que hoy hay un margen aceptable de respeto a las libertades individuales; que hoy entre los mayores desafíos de nuestro pueblo están el de construir Estado y construir ciudadanía, como medios para lograr un aumento y una distribución más equitativa de la riqueza y un participación mayor de cada ciudadano en los beneficios de la cultura. Sin embargo se afirma que en construcción de una estatalidad justa y eficiente no se deben descuidar los valores del liberalismo como doctrina política. Pues el liberalismo es una doctrina que cree en la justificación de la fuerza de la autoridad política del Estado dentro de ciertos límites constitucionalmente garantidos.  En la medida que la guerra contra las drogas viola el principio de autonomía deslegitima, desde un punto de vista liberal, al estado que las adopta. Como para construir sociedades justas necesitamos estados legítimos, es importante dejar de lado este tipo de políticas.