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Quisiera aquí explorar las consecuencias de una tensión a mi juicio presente en la nueva Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia: la existente entre los valores constitucionalizados como principios ético políticos por su artículo 8 inciso I (?El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble).?) y la protección de la libertad que la misma constitución establece en diversos artículos. Presentaré entonces esta tensión explicitando el contenido de esos principios. Desarrollaré luego esquemáticamente dos teorías políticas, dos concepciones sobre el rol del estado y sobre los límites que éste debe respetar en relación con el individuo: por un lado al liberalismo político y al perfeccionismo político, compatibles cada una con un grupo de los referidos principios pero incompatibles entre sí. Revisaré, en tercer lugar las consecuencias prácticas, relativas a algunos casos concretos, que tendría dar preferencia a una u otra teoría, a uno u otro conjunto de principios, como prevaleciente sobre el otro en la Constitución de Bolivia; las consecuencias, en otras palabras, de jerarquizar los principios del artículo 8 por sobre los principios de libertad y viceversa. El trabajo debería concluir con un juicio sobre cuál sea la ponderación adecuada al menos respecto de estos casos. Pero esa tarea, al estar esencialmente imbricada con sus valoraciones ético-políticas, corresponde sólo al pueblo y a las instituciones del Estado de Bolivia.

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