CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Los hemopatógenos producen enfermedades de gran importancia en la clínica de los animales de compañía, pueden ocasionar signos clínicos inespecíficos e incluso la muerte del paciente 1,2 . El diagnóstico de estos patógenos es un gran desafío en Medicina Veterinaria, lo que lo convierte en objeto de varios estudios. Los frotis sanguíneos se pueden utilizar para el diagnóstico, siendo un método sencillo y económico, sin embargo tienen como limitante la baja sensibilidad 2 . El objetivo de ésta comunicación fue detectar la presencia de hemopatógenos mediante frotis sanguíneos en un grupo de caninos asintomáticos que asistieron a jornadas de esterilización en el Hospital de Salud Animal de Pequeños Animales de la FCV - UNL, entre los meses de setiembre a diciembre de 2019. De cada animal se obtuvo una muestra de sangre con anticoagulante (EDTA) y una descripción detallada de la reseña, historia clínica y examen físico. En el laboratorio clínico para la búsqueda de patógenos sanguíneos se realizaron dos frotis por cada muestra, los que fueron coloreados con tinción de tipo Romanowsky (May Grünwald - Giemsa). La observación se realizó con microscopio óptico en 45x y 100x. Además se utilizó ocular micrométrico para determinar las características morfométricas de los hemoparásitos. Se procesaron 29 muestras de caninos de distintas edades, de ambos sexos y en su mayoría de raza indefinida (92,30 %). El 44,82 % (13/29) demostró evidencia de al menos un hemoparásito. En el 69,23 % (9/13) de los perros positivos se observó la presencia de gametocitos en el interior de neutrófilos, los que poseían forma alargada, de aproximadamente 12 μm de longitud, teñidos de un color azul hielo, compatibles con Hepatozoon canis (Fotografía n° 1). También se identificaron cuerpos de inclusión basófilos intraplaquetarios compatibles con Anaplasma platys (Fotografía n° 2) en el 38,46 % (5/13) de los caninos. En un solo paciente (7.69%) se visualizó mórulas basófilas intracitoplasmáticas en los monocitos, de morfología compatible con Ehrlichia canis (Fotografía n° 3), en coinfección con A. platys. El mayor número de casos positivos (61,53 %) se encontró en animales menores de un año. En el presente trabajo, el método de frotis sanguíneo logró detectar una gran cantidad de animales con hemopatógenos, sin embargo debe tenerse en cuenta la parasitemia cíclica de los agentes, por lo que no debería descartarse la enfermedad en casos negativos. En este sentido, la biología molecular proporciona herramientas para el diagnóstico más sensible y específico que los métodos directos. Otro punto a destacar, es que se halló H. canis, A. platys y E. canis en animales aparentemente sanos, los que se comportarían como portadores asintomáticos contribuyendo a la diseminación y expansión de los hemopatógenos en forma silenciosa. Los animales afectados con hemopatógenos pueden sufrir infecciones persistentes, actuar como reservorios y habitualmente presentar coinfecciones, en este contexto, el diagnóstico puede resultar un reto para los veterinarios clínicos, quienes deberán tener presente, no sólo métodos de diagnóstico específicos y sensibles, sino también, la epidemiología y la exploración clínica del paciente.

enviar mensaje