Los jefes de gobierno de la ciudad de Buenos Aires: la génesis de un nuevo cargo público y su impacto en el juego político argentino

MATÍAS LANDAU

Congreso; XV Congreso Nacional de Ciencia Política ?La democracia en tiempos de desconfianza e incertidumbre global. Acción colectiva y politización de las desigualdades en la escena pública?, organizado por la Sociedad Argentina de Análisis Político.; 2021

La reforma constitucional de 1994 modificó el estatus jurídico de la ciudad de Buenos Aires y habilitó la elección directa de su gobernante, que desde entonces comenzó a denominarse jefe de gobierno, en reemplazo del intendente, que era nombrado directamente por el presidente de la Nación. En 1996 se llevaron a cabo las primeras elecciones en las que resultó electo Fernando de la Rúa, quien tres años después logró pasar de gobernar la ciudad a presidir el país. Pero no fue el único jefe de gobierno que hizo este camino. En 2015 Mauricio Macri seguiría sus pasos. Y el actual jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, es uno de los más firmes candidatos presidenciales de la oposición. Entre aquellos que fueron electos desde 1996, solo Aníbal Ibarra se quedó en el camino, destituido luego de la tragedia de Cromañón. Es prematuro saber si este pasaje de la jefatura de gobierno de Buenos Aires a la presidencia de la Nación obedece a una simple coincidencia o a una nueva tendencia histórica. Pero lo cierto es que la reforma de la Constitución Nacional, en 1994, y la sanción de Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 1996, introdujeron una novedad en el sistema institucional del federalismo argentino, al establecer que la ciudad tuviera un rango constitucional similar al de las provincias. Como consecuencia de estos cambios, se gestaron las bases para un juego de contrastes entre el gobierno porteño y el nacional. A partir de estos cambios, en esta ponencia reflexionamos sobre las consecuencias de estas transformaciones en el juego político argentino. Para ello, dividiremos la exposición en tres partes. Comenzaremos, en la primera, por analizar la historia del uso de los términos ?intendente? y ?jefe de gobierno?. Ubicaremos el momento en que el término intendente ha sido impuesto para nombrar a la cabeza del poder ejecutivo municipal de Buenos Aires, en el marco de la sanción de la ley orgánica municipal (ley 1260), de 1882. Seguiremos luego en un período más cercano, entre los años 1993 y 1996, que fue cuando se establecieron los pactos políticos y las reformas constitucionales e institucionales que derivaron en la modificación del cargo por el de jefe de gobierno. La comparación entre uno y otro momento nos permitirá comprender cuál ha sido la novedad, y las implicancias, del cambio de nombre.