Trabajo y empleo en las explotaciones familiares: cambios, tendencias e interrogantes

GRAS, CARLA, BARBETTA, PABLO

Buenos Aires

Congreso; VI Congreso Nacional De Estudios Del Trabajo; 2003

ASET

En los últimos años, diversos trabajos han abordado los procesos de mutación estructural que han tenido lugar en el sector agropecuario en Argentina como consecuencia de la aplicación de medidas de apertura externa y desregulación durante la década de 1990. Los mismos  involucran una disminución en el número y tamaño medio de las explotaciones[1]; la pérdida de rentabilidad en las explotaciones de menor escala y la constitución de nuevos umbrales de sostenibilidad (Teubal y Rodríguez, 2001); y una intensificación de la capitalización en los procesos productivos, lo que ha marcado el perfil de los cambios tecnológicos operados. También pueden destacarse el incremento de los niveles de endeudamiento (Teubal y Rodríguez, op.cit) y el aumento del empleo no agrario entre los productores y sus familias. Un tema que adquiere especial interés en ese marco es el de las transformaciones operadas en las pequeñas y medianas explotaciones familiares y la medida en que las mismas afectan la constitución de esta capa social. En este artículo, abordamos una dimensión particular para el análisis de tales procesos: la del trabajo. Entendemos que en este nivel es posible explorar ciertas tendencias que inciden tanto en la posición de las unidades familiares en el proceso productivo agrario como en la conformación de sus rasgos básicos: la combinación del autoempleo y la acumulación de capital. Nos interesa dar cuenta de las formas que asume en la actualidad el empleo de la mano de obra familiar y los grados de compromiso de la familia con el trabajo agrícola predial vis a vis otras formas de ocupación posibles. La referencia empírica es una investigación sobre productores familiares del sur de la provincia de Santa Fe, en la región pampeana[2]. Esta zona constituye el núcleo agrícola de la región, especializada en la producción de cereales (principalmente soja, maíz y trigo) destinada en gran medida a la exportación.   [1] Los datos provisionales del último Censo Nacional Agropecuario de 2002 muestran una disminución del 24.5% en el total de explotaciones en relación con 1988. Si se tiene en cuenta que la superficie total de las explotaciones registra una variación de apenas 3.4% en el mismo período intercensal, puede observarse el proceso de concentración operado y el incremento del tamaño medio promedio de las explotaciones agropecuarias. [2] Este trabajo se basa en una investigación financiada por el Fondo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (FONCYT), dirigido por Norma Giarracca. La encuesta fue realizada entre agosto –septiembre de 2001 a 140 productores de la zona sur de la provincia de Santa Fe, en convenio con la Universidad Nacional de Rosario.