Análisis de correspondencias de elementos óseos en el sitio Paso Otero 1 (Pdo. de Necochea, Pcia. de Bs. As.).

PABLO G. MESSINEO; CRISTIAN A. KAUFMANN

Córdoba

Congreso; XIII Congreso Nacional de Arqueología Argentina:; 1999

Universidad Nacional de Córdoba

El sitio Paso otero 1 se encuentra ubicado en el curso medio del Río Quequén Grande, dentro del área Interserrana Bonaerense (Politis et al. 1991). En este sitio se recuperaron numerosos restos faunísticos correspondientes a guanaco (Lama guanicoe). La distribución de los huesos estaba concentrada en cuatro pilas ubicadas en las cuadrículas 1, 2, 3 y 6. Tres de las pilas óseas se encuentran en la superficie media de estabilización del paisaje con una edad radiocarbónica de ca. 4.800 A.P. La cuarta pila ósea recuperada en la cuadrícula 2 se corresponde con la superficie de estabilización superior y la edad de la misma se estima en alrededor de 2.900 A.P. (Johnson et al. 1997 a). Paso Otero 1 fue definido como un sitio en cual se llevaron a cabo actividades de caza y procesamiento primario de guanaco (Martínez 1999, Martínez et al. 1998). Los estudios realizados permitieron identificar la presencia de marcas de desposte, los cuales son buenos indicadores para inferir la acción antrópica (e.g. técnicas de procesamiento) sobre los restos óseos. Por otro lado, las modificaciones producidas por los procesos postdepositacionales (e.g. raíces, acción química,, meteorización y fracturas) son las más frecuentes sobre la superficie ósea, no detectándose redepositaciones o transporte por la acción fluvial. Los resultados del análisis tafonómico (e.g. bajo porcentaje de meteorización, marcas de roedores, carnívoros y pisoteo) sugieren un rápido enterramiento de los restos óseos (Johnson et al. 1997 b; Gutiérrez et al. 1994, 1998; Martínez 1999). El objetivo de este trabajo es estimar el grado de desplazamiento (natural o antrópica) de los restos óseos de guanaco recuperados en la superficie de estabilización media. Este tipo de análisis puede brindar mayor información sobre el grado en que actuaron los procesos naturales y/o culturales en la formación del registro arqueológico y así, evaluar la integridad del sitio, independientemente de los estudios realizados previamente.