INVESTIGADORES
PARENTE Diego Carlos
libros
Título:
Encrucijadas de la técnica. Ensayos sobre tecnología, sociedad y valores
Autor/es:
PARENTE, DIEGO (EDITOR)
Editorial:
EDULP
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2007 p. 235
ISSN:
978-950-34-0446-1
Resumen:
Actualmente, ya sea a raíz de las alternativas abiertas por las nuevas tecnologías de información así también como por los conflictos éticos suscitados en torno a la biotecnología,[1] el carácter omnipresente de nuestro ambiente artificial ha obligado a trazar nuevas preguntas y a reformular antiguos interrogantes sobre las implicaciones ontológicas, epistemológicas, éticas y políticas de la tecnología.[2] Los artículos que componen este volumen abordan, desde distintos puntos de vista, tales cuestiones filosóficas. A fin de respetar un orden temático, el presente libro se divide en dos secciones. En la primera de ellas se incluyen tres artículos relacionados con la problemática axiológica de la técnica.[3] Estos estudios proponen examinar las implicaciones éticas, políticas y culturales del desarrollo tecnológico. El artículo de Fernando Broncano se dedica a investigar las fuentes del denominado pesimismo tecnológico a partir de una consideración histórica de las posibilidades y límites de la agencia técnica. En primer lugar, Broncano aborda las experiencias contemporáneas de la técnica revisando las críticas de la modernidad (especialmente las de Heidegger, Ernst Jünger, Spengler y Weber) y las críticas de la civilización tecnológica (Mumford, Ellul, Giedion). Enfatizando la necesidad de delimitar las diversas variantes del pesimismo tecnológico, Broncano indaga los presupuestos de las ideas de poder técnico y dominación. Finalmente propone una interpretación de la noción de control que, en lugar de ser asociada con la mera racionalidad instrumental, pueda ser identificada con la autonomía de la agencia. Dentro del conjunto de los llamados derechos humanos de tercera generación se destaca la apelación a una solidaridad de tipo diacrónica –entre la comunidad de seres humanos vivientes y el mundo natural extra-humano– y otra de tipo sincrónica –entre la comunidad de los seres humanos efectivamente vivientes y otros hombres, integrantes hipotéticos de generaciones humanas aún no nacidas–. El artículo “Eticas del futuro, tecnociencia y responsabilidad intergeneracional” de Sergio Cecchetto analiza críticamente los argumentos esgrimidos a favor y en contra de esa postulación de deberes/obligaciones éticas entre generaciones, dentro de un contexto civilizatorio signado por el fenómeno tecnocientífico. El intento último de este aporte es fundamentar la responsabilidad que le cabe a la generación actual en la elaboración de una ética global que atienda seriamente a las demandas que le plantea el futuro. En su contribución titulada “Tecnología y desarrollo tecnológico: un análisis filosófico para una evaluación axiológica”, Ramón Queraltó reivindica la viabilidad de una perspectiva filosófica para entender las implicaciones éticas en torno a las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad. En este artículo se realiza una descripción de la forma de racionalidad con la que opera la tecnología, mostrándose además cómo tal modalidad se ha convertido en la racionalidad social de nuestra época. Según Queraltó, la tecnología incluye necesariamente su circunstancia social, en la que se origina, se desarrolla y en la que influye poderosamente y a su vez se ve influida. Esta consideración conduce a una tarea filosófica de primera importancia: la evaluación de valores y disvalores –presentes tanto en la tecnología como en la sociedad donde se inserta– a fin de dilucidar las direcciones deseables del desarrollo tecnológico. La segunda sección de esta obra está dedicada a la problemática ontológica de la técnica, específicamente al examen de la noción de artefacto y de los léxicos utilizados para su descripción en diversas teorías de la técnica. En “La sustancialidad de los artefactos”, Jesús Vega Encabo pretende rehabilitar una serie de cuestiones ontológicas sobre los artefactos, cuestiones que han sido notoriamente desestimadas por la tradición metafísica occidental. El autor defiende la posibilidad de hablar de la “naturaleza propia” de un artefacto sin recurrir al criterio de posesión de una esencia o estructura interna. A fin discutir tal propuesta, Vega revisa algunos de los criterios de sustancialidad de los artefactos a partir del debate entre Platón y Aristóteles sobre las “formas” de los objetos artificiales. Es posible, según este autor, pensar en un estudio científico de las regularidades en que se integran los artefactos. Esta idea basta para dar sentido a una noción de sustancialidad según la cual la identificación de la naturaleza propia de un artefacto permita ofrecer condiciones de identidad de cada individuo e identificar sus condiciones de persistencia y de cambio. En su artículo “La condición comunicativa de los artefactos técnicos”, Diego Lawler analiza los artefactos a través de la forma en que entendemos, reconocemos e interpretamos los productos intencionales de nuestras acciones de transformación del mundo real. En particular, Lawler propone una caracterización de la condición comunicativa de los artefactos que articula sus contextos intencionales de diseño y uso vinculando al usuario con el diseñador. Tal tematización permite rescatar, según este autor, la historia deliberativa del artefacto e, indirectamente, permite situarlo en el contexto de su historia cognitiva y cultural. A su vez, esta interpretación reconoce al artefacto como una entidad con funciones particulares en el contexto de una particular historia tecnológica. Las nociones de prótesis y compensación resultan familiares dentro del ámbito de reflexión filosófica sobre la técnica, especialmente en el marco de las discusiones en torno a su dimensión ontológica. La idea según la cual el hombre es un animal incompleto que requiere de ciertas prótesis artificiales exteriores para sobrevivir atraviesa, bajo diversas representaciones, la historia del pensamiento occidental desde la mitología griega hasta el siglo XX. En mi contribución titulada “La concepción protésica de la técnica”, intento indagar de qué manera tales ideas se articulan en una cierta comprensión global sobre la técnica, un léxico constituido a partir de nociones como prótesis, déficit y compensación. Con tal objetivo, este trabajo se ocupa –en primer término– de reconstruir críticamente las tesis centrales de tal perspectiva. Posteriormente, analiza en detalle los componentes del léxico protésico y muestra sus limitaciones fundamentales para comprender las propiedades de nuestro actual mundo artificial. Desde su heterogeneidad metodológica y temática, esta obra colectiva destaca el afianzamiento de un campo específico de discusión filosófica sobre la técnica en el ámbito académico iberoamericano. Reconociendo la importancia de este hecho, el principal objetivo del presente libro es contribuir a una apropiación crítica de la técnica en el marco de la cultura contemporánea. Tal tarea, por supuesto, requiere no sólo reconocer la inserción social de la tecnología y los conflictos ético-políticos asociados a ella, sino también indagar rigurosamente los aspectos internos del desarrollo tecnológico y las aporías conceptuales involucradas en las diversas explicaciones de su significado. [1] Estos conflictos han dado lugar a diversos estudios filosóficos que intentan descifrar los principales temores asociados a la fabricación genética del hombre y al dominio genético de la naturaleza y la sociedad. Algunos de sus problemas fundamentales son las relaciones entre biotecnología y liberalismo (Habermas, 2002; Rosanvallon, 1995; Rifkin, 2001) y los conflictos bioéticos en torno a la clonación (Ferre, 2005; Sloterdijk, 2001) y los productos transgénicos (Pfeiffer, 2002). [2] Tales alternativas han generado, sin duda, un creciente interés en la técnica como tópico de investigación dentro de la filosofía y las ciencias humanas. En tal sentido, no sería adecuado desestimar los aportes realizados por los Social Studies of Technology y los estudios CTS -los cuales intentan brindar una reflexión multidisciplinar acerca de las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad-. El afianzamiento de este campo disciplinar se ve hoy plasmado en una variedad de programas universitarios de postgrado (radicados, especialmente, en instituciones europeas y norteamericanas) así también como en una serie de publicaciones periódicas dedicadas a la problemática. Williams y Edge (1996) ofrecen un panorama detallado del desarrollo histórico de los ‘estudios sociales’. [3] Se sigue aquí la distinción entre problemáticas de la técnica propuesta por Quintanilla, 1991.