INVESTIGADORES
VILLAROSA Gustavo
congresos y reuniones científicas
Título:
Los niveles piroclásticos de la laguna El Trébol: registro clave para el desarrollo de una tefrocronología postglacial en el área de Nahuel Huapi, Patagonia
Autor/es:
GUSTAVO VILLAROSA; V. OUTES; E. CRIVELLI
Lugar:
San Carlos de Bariloche, Argentina,
Reunión:
Congreso; IV Congreso Latinoamericano de Sedimentología y XI Reunión Argentina de Sedimentología.; 2006
Institución organizadora:
ASOCIACIÓN ARGENTINA DE SEDIMENTOLOGÍA
Resumen:
Los numerosos volcanes activos del arco volcánico de los sectores central y sur de la Zona Volcánica Sur (SVZ) ejercen una notable influencia en la vertiente oriental de los Andes, en la región de Nahuel Huapi, debido a la marcada predominancia de los vientos del oeste que transportan hacia el oriente los materiales piroclásticos inyectados en la atmósfera por las erupciones explosivas originadas en volcanes como el Puyehue, Calbuco, Osorno o en los focos eruptivos del Cordón Caulle y Grupo Antillanca. Los registros sedimentarios de los numerosos lagos de origen glaciario ubicados en el ambiente andino presentan una inmejorable oportunidad para realizar estudios paleoclimáticos y paleoambientales, ofreciendo valiosos registros continuos de alta resolución que permiten reconstruir la historia volcánica del área. Para este estudio se ha empleado un testigo sedimentario de la Laguna El Trébol (41°04’S, 71°29’W), para el que se cuenta con un modelo cronológico de detalle, basado en 15 determinaciones de edad AMS distribuidas a lo largo de la secuencia y una cronología de 210Pb . para los 20 cm superiores de la secuencia, que cubren desde los 15.200 cal AP hasta el presente (Whitlock et al., en prensa). Este testigo fue extraído del centro del cuerpo de agua y consiste en 7 secciones que totalizan un espesor de 7 metros. Se identifican tres unidades litológicas: la sección basal constituida por sedimentos arcillosos, inorgánicos con laminación (desde la base hasta los 5m aproximadamente) con intercalaciones de niveles de ceniza; una unidad arcillosa rica en materia orgánica (~5 - 4.5 m) y la sección superior constituida fundamentalmente por gyttja. Estas dos últimas con abundantes niveles de tefra. Estos cambios litológicos responden a la estabilización del paisaje hacia fines del Pleistoceno y el aumento en el contenido de materia orgánica que estaría indicando la conformación de un lago pequeño durante el Holoceno (Bianchi et al., 1999, Villarosa et al., 2005). Se han identificado 48 niveles piroclásticos en el testigo, hasta el momento, 21 de ellos han sido reconocidos coo niveles primarios de caída, de los cuales trece corresponden a niveles de ceniza basálticos o andesíticos oscuros y nueve a niveles ácidos. Estas tefras han sido caracterizadas por métodos petrográficos, geoquímicos y de morfología de piroclastos, lo que permitió identificar a los niveles más prominentes o significativos, considerados como buenos marcadores cronoestratigráficos para la región de Nahuel Huapi. Cuatro de estas tefras se han empleado para correlacionar niveles de ceniza identificados tanto en sitios arqueológicos como en afloramientos ubicados en zonas de la Patagonia extraandina en donde estas tefras se constituyen como importantes marcadores cronoestratigráficos (Tatur et al., 2002, Villarosa et al., en prensa). Se presentan aquí nuevos datos geoquímicos y cronológicos que permiten proponer nuevas correlaciones, establecer la edad de algunas de estas tefras, así como ajustar otras cronologías previamente propuestas