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Para los fieles umbandistas de Argentina, los negros africanos esclavizados de la época colonial no son seres extraños, ajenos o desconocidos. Conocen su historia de esclavitud, la vinculan con la historia de su país y de su continente, pero fundamentalmente los vinculan con su presente histórico. Mantienen con sus espíritus relaciones profundas, duraderas, de empatía, afectividad y confianza. Los umbandistas hablan de los negros (los pretos, que es su traducción del portugués)como ?Negros Viejos? y como ?Africanos? o ?Bahianos?. Reconocen su ascendencia extranjera, y también su descendencia en suelo americano. Y vinculan sus experiencias traumáticas con cierta sabiduría de la cual pueden ellos, hoy, beneficiarse. Pero sólo pueden vincularse con ellos, y recibir sus bendiciones, ofreciendo sus cuerpos, su materialidad, para que los negros africanos se encarnen, se presentifiquen y en el aquí y ahora transmitan todo su poder, un poder derivado principalmente de su experiencia histórica, como portadores de un registro que significa a partir del color de su piel. En esta relación, que incluye sujetos-cuerpos-espíritus-pasado-presente-color-geografía-historia, vuelco un interrogante sobre la forma en que opera la racialización en Argentina: ¿qué implica para un argentino ser poseído por un negro de ascendencia africana?