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La pena de trabajos públicos implicó usufructuar el trabajo de aquellos bajo control penal o administrativo, como apunta Christian De Vito. Con una existencia de larga data, hacia fines del siglo XVIII fue reconfigurada en el imperio español bajo los criterios del utilitarismo penal, como ya ha señalado Ruth Pike en su clásico libro sobre la servitud penal. En el marco de esta reorganización, en Buenos Aires, los agentes con funciones de policía fueron, en diversas ocasiones y cada vez con mayor asiduidad, los encargados de organizar y controlar a los condenados a trabajos públicos.Diversas historiografías han abierto un camino para abordar esta problemática que, si bien mencionada en variados estudios, aún no ha tenido un tratamiento profundo para el caso del Río de la Plata. Desde la historia social y global del trabajo se han ampliado los conceptos de trabajo y los períodos analizados; el trabajo de convictos es uno de los tópicos señalados en análisis como los de Marcel Van der Linden o el mismo De Vito. Mientras tanto, la historia crítica del derecho ha permitido repensar las nociones de policía, uno de los poderes menos definitivos del Antiguo Régimen según Markus Dubber, como parte de la potestas económica et política, bajo la que se concretaron decisiones de naturaleza ejecutiva, correctiva y tutelar sobre los excluidos de las estructuras corporativas. Proponemos explorar las vinculaciones entre aquellos agentes con funciones policiales y la regulación de la pena de trabajos públicos en Buenos Aires, atendiendo la trama de normativas y prácticas que la sustentaron. En este acercamiento relevamos, en obras de jurisprudencia y normativas diversas, incluso los Bandos de buen gobierno, los modos en que las configuraciones y agentes policiales enlazan y desenlazan sus prácticas y las nociones circulantes que las sustentaron con este tipo de pena que les compete regular.