IPQA   26111
INSTITUTO DE INVESTIGACION Y DESARROLLO EN INGENIERIA DE PROCESOS Y QUIMICA APLICADA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Bioplaguicidas: Incorporación en materiales poliméricos utilizando CO2 supercrítico, para el control de plagas de maiz almacenado
Autor/es:
GOÑI, MARÍA L.; ZYGADLO, JULIO; HERRERA, JIMENA M.; JACQUAT, A. A.; MARTINI, RAQUEL E.; GAÑÁN, NICOLÁS A.; USSEGLIO, V.L.
Lugar:
Carlos Paz
Reunión:
Congreso; IV Reunión Interdisciplinaria de Tecnología y Procesos Químicos; 2018
Institución organizadora:
IPQA (CONICET-UNC)
Resumen:
El cultivo de maíz (Zea mays L.) constituye la base de la alimentación de los países latinoamericanos. Se estima que la producción mundial de maíz para el período 2017/2018 es de 1031,86 millones de toneladas, contribuyendo Argentina con 40 millones de toneladas (USDA, 2018), siendo Córdoba una de las principales provincias productoras aportando 14 millones a la producción nacional (MAyG, 2018). Tras la cosecha, la tecnología de almacenamiento de granos secos en silos bolsa resulta una herramienta importante para los agricultores (Casini et al., 2017). Sin embargo, esta situación puede verse afectada por diferentes factores que rompen con la hermeticidad de los silos y como consecuencia se producen un sin número de interacciones biológicas, tales como insectos-hongos-granos, las cuáles ocasionan pérdidas que se estiman entre un 5 y 50% de la producción de granos (López et al., 2008). Entre las principales plagas que atacan los granos de maíz podemos encontrar al gorgojo Sitophilus zeamais Motschulky y el hongo patógeno Fusarium verticillioides (Garcia Lara et al., 2007). Para revertir este problema se utilizan insecticidas sintéticos que se encuentran desde 2012 en categoría prohibido y restringido por el Ministerio de Salud de la Nación. Una alternativa es el uso de bioplagucidas, agentes activos de origen natural considerados de mínimo riesgo (EPA, 2017). Debido a su alta volatibilidad, una implementación adecuada de los mismos en los lugares de aplicación debe procurar mecanismos para su retención y protección contra agentes ambientales. Es por ello, que en este estudio se propuso incorporar el bioplaguicida 1-octen-3-ol en polietileno de baja densidad (PEBD), mediante la tecnología de impregnación con fluidos supercríticos, evaluando el efecto de distintas variables operacionales sobre el rendimiento de impregnación. Además, se analizó la actividad fumigante del material preparado frente a las principales plagas que atacan los granos de maíz, S.zeamais y F. verticillioides.