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Examino la primera división del Político de Platón tratando de rehabilitar su papel en el contexto del diálogo. Trato de mostrar que el problama principal de la primera división consiste en el concepto inadecuado de política que impone el modelo del pastor divino al final de esa división. Sin embargo, ello no implica ni un abandono del método de la división (por otros procedimientos) ni un cambio posterior en la práctica de la división (que entrañaría el abandono de la división dicotómica por otra que toma en consideración estructuras de parte y todo). El mencionado problema no entraña que la entera primera división es abandonada; al contrario, de ella se conserva su parte nuclear, que puede resumirse en el género de la episteme (experticia) a partir de la cual se comienza a dividir, y en la noción de una actividad epitáctica o directiva. Sin embargo, la división inicial es claramente insuficiente en virtud de que no satisface el requisito de individualizar la clase o especie que se propone definir (en efecto, el político no resulta distinguido suficientemente de otros pastores del rebaño humano). Reflexiono también sobre aspecto metodológicos que tienen que ver con la relgamentación platónica de la división (distinción especie-parte, division por la mitad) y considero también el uso de paradigmas como un sustituto adecuado de lo que provee (en el Fedro) la colección, i.e. una opinión verdadera general a partir de la cual se comienza a dividir (alcanzando al término de la división un conocimiento cualificado).