Practicando una sociología a la intemperie.Notas sobre un día de trabajo de campo en el Astillero Río Santiago.

LETICIA MAGALI MUÑIZ TERRA; FRASSA, M. J.; YNOUB, E.; DEL BONO, A.

La Plata

Congreso; Terceras Jornadas de Sociología.; 2003

En la presente ponencia nos proponemos compartir la experiencia de campo llevada a cabo en el Astillero Río Santiago de la localidad de Ensenada, en el marco de la cátedra de Sociología del Trabajo de nuestra facultad, y las principales reflexiones que de ella se derivaron.   La visita al astillero, tuvo un objetivo pedagógico central: situarnos, situar a los estudiantes, futuros sociólogos, en la posición del investigador-productor de conocimientos, partiendo de una idea rectora: la mejor manera de aprehender los pasos sobre los que se levanta una sólida perspectiva científica es recorriendo el camino que el investigador ha seguido para llegar a sus conclusiones. Es decir, haciéndolo por uno mismo, para poder leer y mirar, los libros y la realidad social del trabajo, como un investigador. El trabajo de campo, como base de una buena investigación sociológica adquiere, entonces, una relevancia fundamental.   La presente ponencia  ha sido estructurada en torno a tres ejes, que se derivan de lo que “vimos” y “oímos” aquel día, hemos intentado interpretar los sentimientos y las vivencias de las personas que hicieron posible nuestro “acercamiento” al astillero compartiendo su experiencia con nosotros, esto es: i) el proceso productivo y de trabajo “realmente existente” en el astillero, ii) la resistencia de los trabajadores frente al proceso de privatización de los años noventa y, finalmente, iii) la práctica sociológica desde el trabajo de campo.   Nuestro principal objetivo es dar cuenta de la imbricación existente entre la experiencia de “estar allí” -sobre el terreno, practicando una observación directa- y la de “estar aquí” en tanto cientistas sociales –implicándonos personalmente en una situación real de trabajo y con sus protagonistas-. Frente a las producciones científicas “de escritorio” revalorizamos la práctica de una “sociología a la intemperie”, una sociología capaz de dar cuenta de los procesos sociales realmente existentes a través de un fuerte compromiso con el trabajo de campo. La observación directa del proceso de trabajo, la relación directa con los protagonistas del proceso productivo y el compromiso del investigador con la construcción del saber (o postura epistemológica) son partes constitutivas del oficio del sociólogo.