INVESTIGADORES
LANZONE Cecilia
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTUDIOS MEIÓTICOS EN TUCO-TUCOS HETEROCIGÓTICOS PARA REORDENAMIENTOS CROMOSÓMICOS (CTENOMYS, RODENTIA, CTENOMYIDAE).
Autor/es:
BRAGGIO, E.; LANZONE, C.; GIMÉNEZ, M; BIDAU, C:J.
Lugar:
Iguazú-Misiones
Reunión:
Jornada; XIII Jornada Argentina de Mastozoología; 1998
Resumen:
de Ctenomys. La variabilidad cromosómica interespecífica conocida (2n=10 a 2n=70; NF=16 a NF=90) incluye polimorfismos para reordenamientos simples y complejos. A pesar de ello, los estudios meióticos en tuco-tucos son casi inexistentes. Cuando los reordenamientos cromosómicos son la clave de un proceso de diversificación explosiva, como el de Ctenomys, el estudio de la meiosis es central a la comprensión de los efectos de los mismos en la evolución. El estudio meiótico de polimorfismos cromosómicos, constituye una primera aproximación. Se analizó la meiosis en machos de tuco-tucos de las provincias de La Pampa, Buenos Aires y Corrientes, pertenecientes a las áreas de distribución de C. talatum y los complejos “mendocinus” y “perrensi”, respectivamente. Las preparaciones de testículos se realizaron según Evans et al (1964), el bandeo C según Sumner (1972) y los complejos sinaptonémicos, según el protocolo de la Univ. Complutense de Madrid (J.L. Santos, com. pers.). En las poblaciones de La Pampa y Buenos Aires del complejo “mendocinoide”, se observaron individuos con 2n=47-48 en una proporción 1:1. Este polimorfismo se debe a un rearreglo que involucra a un par de cromosomas bibraquiados (A1) y a uno telocéntrico (B2), que se habría originado por a) pérdida del brazo corto de un A1, b) inversión pericéntrica del telocéntrico resultante, y c) rotura pericentromérica de un B2 y fusión con la región telomérica del brazo corto del A1 invertido (Massarini et al., 1990). Se origina un metacéntrico grande y un trivalente en la meiosis. En los heterocigotas (2n=47) se cuentan 21 II y 1 III. El trivalente presenta, en paquitene, una configuración de apareamiento, que se corresponde con el modelo de Massarini et al. (1990) y a nuestras observaciones. En diacinesis, los quiasmas del trivalente se encuentran, en posición distal y/o intersticial entre el A1 y su homólogo y en posición distal entre el cromosoma B2 y su región homóloga, en coincidencia con lo esperado para este reordenamiento complejo. Los individuos de Corrientes presentaron heterogeneidad cariotípica en número cromosómico, basada en un sistema de translocaciones Robertsonianas, presentando 2n=52, 54 y 55. En meiosis, para que se forme un multivalente, cada cromosoma debe formar al menos un quiasma con su homólogo. Los trivalentes en los heterocigotas Robertsonianos de Ctenomys, se forman regularmente pero, en dos individuos se encontró disociación en tres univalentes o en un bivalente y un univalente, en baja frecuencia. La mencionada situación llevaría a la formación de gametas aneuploides por mala disyunción. Para una buena segregación, los quiasmas no deben formarse cenca de los centrómeros y el trivalente debe adoptar una configuración alterna en M1. Caso contrario aumenta la probabilidad de segregación adyacente: el metacéntrico migra con uno de los telocéntricos al mismo polo. La distribución de quiasmas en los trivalentes de Ctenomys reveló sin embargo, una alta incidencia de quiasmas proximales con respecto a lo esperado. Este estudio preliminar representa la primera aproximación al análisis de los reordenamientos cromosómicos en la meiosis de Ctenomys y al posible impacto de los mismos sobre la fertilidad y por lo tanto su destino en las poblaciones naturales.