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La depositación atmosférica ocurre cuando las partículas presentes en el aire, tanto de origen orgánico como inorgánico, de fuentes naturales o antropogénicas, caen sobre la tierra o los cuerpos de agua. La depositación húmeda incluye la mezcla de gases y partículas que son arrastradas por la precipitación (principalmente lluvia)(1). Este proceso es en parte responsable de que compuestos tales como los de N y P, en diferentes estados de oxidación, ingresen a los sistemas terrestres y acuáticos; fomentando, en éste último caso, un incremento en las concentraciones de nutrientes que llegan a motivar así la eutrofización(1,2). Los óxidos de nitrógeno (NOx), producidos por procesos de combustión a alta temperatura (ej. en automóviles y centrales eléctricas) y los óxidos de azufre (SOx), producidos como subproducto en la quema de combustibles fósiles, al reaccionar con el agua (H2O) forman ácido nitríco (HNO3) y ácido sulfúrico (H2SO4), originando así la lluvia ácida(2). Cuando estos ácidos alcanzan la superficie de la tierra pueden alojarse en las plantas, en el suelo o entrar a los cuerpos de agua produciendo así un aumento en la acidez de los mismos. Las áreas costeras tienen modelos inusuales de circulación atmosférica que pueden conllevar a problemas de contaminación. Debido a la inexistencia de estudios sobre la depositación húmeda en Bahía Blanca y a la falta de legislación en estos temas, se analizó de manera preliminar la transferencia atmósfera-suelo/agua en la ciudad mediante el análisis del pH del agua de lluvia y la presencia de los siguientes iones: nitrito (NO2-), nitrato (NO3-), ortofosfatos (PO43-) y silicatos disueltos (DSi).  La tendencia al aumento de las concentraciones de los compuestos oxidados de nitrógeno, así como también de P y Si, puede provocar en un futuro daños potenciales tanto en la agricultura como en los sistemas acuáticos. Mediante este estudio se evidenció la presencia de dichos componentes en el aire de la ciudad de Bahía Blanca, en el rango de concentraciones similares a los de países muy desarrollados como es el caso de EEUU; por lo que se considera necesario realizar un monitoreo sistemático que incluya no sólo los parámetros medidos en este caso sino también otros, tales como la determinación de NOx, SOx, NH3, NH4+, compuestos orgánicos volátiles, material particulado, velocidad y dirección del viento, etc. de modo tal que permita la interpretación global del fenómeno, lo que permitirá tomar medidas dirigidas al control y la mitigación del problema.

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