INVESTIGADORES
BARBERENA Ramiro
congresos y reuniones científicas
Título:
Isótopos y rocas: organización geográfica en cazadores recolectores de Patagonia
Autor/es:
L. BORRERO; R. BARBERENA; N. FRANCO; J. CHARLIN
Lugar:
Malargue (Mendoza, Argentina)
Reunión:
Taller; Taller Arqueología e Isótopos Estables en el Sur de Sudamérica; 2006
Institución organizadora:
Museo Municipal de Historia Natural de San Rafael
Resumen:
Sobre la base de información etnográfica se ha sostenido que los cazadores recolectores que habitaron Patagonia meridional durante el Holoceno tardío tenían rangos de acción de una gran amplitud. Estos incluían espacios costeros y del interior del continente hasta la cordillera de los Andes. Nuestras investigaciones han estado dirigidas a una evaluación de ésta y otras situaciones por medio de diferentes líneas de evidencias. En este trabajo presentamos el esquema metodológico empleado para la interpretación de evidencias isotópicas y líticas, siempre en referencia a discusiones sobre organización espacial de las poblaciones humanas. Esta comparación no puede ser establecida en forma directa; un conjunto de temas deben evaluarse. En primer lugar, debemos discutir cómo traducir estos datos en términos de propiedades de los rangos de acción. En el caso de los isótopos estables, veremos que esto se vincula a la determinación fehaciente del consumo de los recursos marinos, que son los que tienen una procedencia espacialmente acotada. A tal fin, consideramos fundamental estimar el umbral a partir del cual dicho consumo es defendible. La base para esta discusión se vincula en forma directa a nuestro conocimiento sobre la ecología isotópica, que determina el contexto para identificar la inclusión de diferentes clases de recursos en las dietas humanas. El acercamiento multi isotópico es fundamental para la evaluación de este umbral, en particular cuando se busca identificar el consumo de ciertos recursos en bajas proporciones. Como argumentamos, ésta es la situación característica de amplias regiones de Patagonia continental. Las evidencias líticas constituyen una vía alternativa para esta discusión. El paso fundamental consiste en la evaluación de la procedencia de las materias primas empleadas. En nuestro caso, las mismas son de carácter secundario, lo cual implicó la realización de muestreos intensivos de rocas a fines de caracterizar en forma cualitativa y cuantitativa el paisaje lítico de cada región en escalas amplias. Luego, el ?mapeo? de los rangos de acción, lógicamente promediados, debe basarse en una discriminación de los mecanismos sociales de abastecimiento y descarte que han producido las distribuciones artefactuales que registramos. Finalmente, hay un conjunto de temas que deben tratarse para ambos cuerpos de datos, tales como la resolución temporal o los procesos de formación. Entendemos que la integración de estos datos es útil para evaluar la organización geográfica de poblaciones humanas por medio de líneas independientes de evidencia.