INCYT   25562
INSTITUTO DE NEUROCIENCIA COGNITIVA Y TRASLACIONAL
Unidad Ejecutora - UE
informe técnico
Título:
Las múltiples facetas del inglés en el sistema de educación superior argentino
Autor/es:
HESSE, EUGENIA; SÁNCHEZ, SHEILA; IBÁÑEZ, AGUSTÍN; FILIPPINI, CLARA MARÍA LUCÍA; GARCÍA, ADOLFO M.; KOGAN, BORIS
Fecha inicio/fin:
2019-02-04/2019-07-19
Naturaleza de la

Producción Tecnológica:
Lingüística
Campo de Aplicación:
Prom.Gral.del Conoc.-Cs.Humanas
Descripción:
Dada su condición de lingua franca, el inglés ha repercutido en diferentes áreas del mundo académico, sobre todo en instituciones de educación superior (ES). Así lo demuestran, por ejemplo, su creciente empleo como medio de instrucción a nivel mundial, su posición indiscutida como idioma central de la investigación científica y su predominio en un contexto de movilidad internacional masiva. Por lo tanto, resulta crucial entender cómo se enmarca el inglés en los niveles macroorganizacional y microorganizacional para evaluar y mejorar los recursos que sustentan su desarrollo en los sistemas nacionales de ES. Diversas iniciativas han avanzado en esta dirección en numerosos países y regiones de todo el mundo. Sin embargo, ningún estudio ofrece un panorama estructurado del tema en el contexto argentino. Ello impide identificar las posibilidades y los desafíos actuales para internacionalizar la capacidad educativa del país y alinearlas con las tendencias mundiales dominantes. A fin de cubrir esta brecha, el presente informe documenta una investigación sin precedentes sobre el rol del inglés en el sistema de ES argentino. En particular, nos proponemos arrojar luz sobre cinco dimensiones pertinentes, a saber: (i) las competencias en lengua inglesa a lo largo del sistema, (ii) el rol del inglés en la enseñanza y el aprendizaje de contenidos disciplinares específicos, (iii) el rol del inglés en la investigación científica, (iv) el rol del inglés en la movilidad internacional y (v) la situación general del inglés en el sistema de ES.El estudio fue realizado por seis profesionales con funciones específicas: un Investigador Principal (Dr. Adolfo M. García), un Investigador Asociado (Dr. Agustín Ibáñez), una Analista de Datos Cuantitativos (Dra. Eugenia Hesse), un Investigador de Datos Cualitativos (Prof. Boris Kogan), una Asistente Lingüística Profesional (T. P. Clara María Filippini) y una Secretaria Ejecutiva (Sra. Sheila Sánchez). El amplio abanico de destrezas del equipo permitió diseñar un marco integral de investigación, elaborar instrumentos específicos de recolección de datos, recabar y organizar grandes volúmenes de información, implementar proyectos convergentes de análisis cualitativos y cuantitativos, interpretar de manera integrada diversos patrones empíricos e identificar posibles líneas de acción a partir de ellos.Durante cuatro meses, se obtuvieron datos mediante un enfoque metodológico que incluyó (a) el análisis estadístico de más de 100 documentos oficiales de 40 facultades pertenecientes a 20 universidades, (b) datos cuantitativos y cualitativos de una encuesta a gran escala respondida por 755 participantes de 57 universidades (entre ellas, las 20 del punto anterior) y (c) 12 entrevistas semiestructuradas con actores claves del sistema. Se organizó e interpretó la información cualitativa empleando métodos validados de análisis de contenido. Por su parte, los resultados cuantitativos se analizaron mediante estadística descriptiva e inferencial, junto con métodos de aprendizaje automático. Se evaluaron todos los hallazgos en conjunto a fin de detectar (i) tendencias generales a lo largo del sistema como también similitudes y diferencias (ii) entre instituciones públicas y privadas y (iii) entre facultades orientadas a las humanidades y aquellas orientadas a las ciencias exactas y naturales. El estudio arrojó varios hallazgos clave en cada dimensión analítica, como se indica a continuación:Respecto de las competencias en inglésLos niveles de competencia (autorreportada) son generalmente altos, sobre todo en las habilidades de comprensión.Hay una voluntad generalizada de incrementar las competencias en inglés y expandir las medidas que permitan conseguirlo.Los cursos de inglés tienden a ser útiles, pero hay opiniones encontradas respecto de su cantidad y calidad.En general, la competencia (autorreportada) en inglés es mayor en las universidades privadas que en las públicas.La participación en cursos curriculares de inglés es mayor en las universidades públicas que en las privadas y en las facultades orientadas a las ciencias exactas y naturales que en las orientadas a las humanidades.Respecto del rol del inglés en la enseñanza y el aprendizaje de contenidos disciplinares específicosLa comunidad de la ES es consciente de que la bibliografía de mayor impacto se publica mayoritariamente en inglés. Sin embargo, los programas de estudio no incluyen suficientes materiales en lengua inglesa.La opinión está dividida respecto de si los materiales curriculares en inglés son o no suficientes.Las fuentes en inglés son más comunes en las facultades orientadas a las ciencias exactas y naturales que en las orientadas a las humanidades.La comprensión de textos en inglés se sustenta principalmente en la lectura directa.Aunque no esté muy difundido, el inglés como medio de instrucción (IMI) parece más común en las universidades privadas que en las públicas. La comunidad busca que se expanda esta práctica.Las clases de IMI suelen ser dictadas por hablantes no nativos con diversos niveles de dominio del inglés.Respecto del rol del inglés en la investigación científicaSe reconoce la gran importancia del inglés para forjar una carrera científica.Sin embargo, hay pocos cursos de inglés que dirigidos específicamente a becarios de investigación e investigadores.Las destrezas en escritura científica en inglés son variadas y resultan más altas entre los investigadores que en los demás grupos.Los textos en inglés predominan entre las fuentes de documentación para las investigaciones, pero su accesibilidad varía enormemente a lo largo sistema.La publicación en inglés se asocia con mayor visibilidad internacional, mayores probabilidades de llegar a revistas de alto impacto y mayores probabilidades de éxito en solicitudes de financiación.Respecto del rol del inglés en la movilidad internacionalHay múltiples recursos disponibles para alentar los viajes académicos a países anglófonos.La participación en programas de movilidad internacional es alta, sobre todo entre autoridades, docentes e investigadores.Los destinos anglófonos son predominantes y se los escoge más en las universidades privadas que en las públicas, y en las facultades orientadas a las ciencias exactas y naturales que en las orientadas a las humanidades.Estas actividades obtienen valoraciones consistentemente positivas y la comunidad aboga por su ampliación.Respecto de la posición general del inglés en la educación superior argentinaUno de los objetivos recurrentes es la internacionalización de los planes de estudio.Sin embargo, no hay pautas que regulen de manera holística el rol del inglés en el sistema de ES.Se considera que las competencias en inglés son clave para el desarrollo científico y técnico del país.Como muestran los análisis de aprendizaje automático, las principales diferencias entre las universidades públicas y privadas se relacionan con la enseñanza del inglés y el rol del IMI.Respecto del contraste entre las facultades orientadas a las ciencias exactas y naturales y las orientadas a las humanidades, las principales diferencias se relacionan con el rol de la bibliografía en inglés.No se evidencian sesgos en contra del desarrollo del inglés en el sistema.Estos hallazgos traen aparejadas varias implicancias. Respecto de las competencias en inglés, los cursos orientados a desarrollarlas reciben pocas horas en comparación con otros cursos, aunque no hay diferencias significativas entre los distintos tipos de universidad y facultad. Por lo tanto, los altos niveles de inglés documentados a lo largo del sistema, así como las diferencias entre las distintas instituciones, probablemente se deban a factores externos. Además, el deseo de mejorar las competencias en lengua inglesa sugiere que se conocen los beneficios consiguientes para la capacitación, el trabajo, la colaboración y la publicación en diferentes campos. No obstante, dado que se considera que los cursos existentes son útiles para el desarrollo académico, este deseo probablemente refleje más la insuficiencia que la ineficiencia de la oferta actual.Con respecto al papel del inglés en la enseñanza y el aprendizaje, los datos comprenden cuatro patrones principales. En primer lugar, el sistema argentino refleja las tendencias mundiales en cuanto a la necesidad de elaborar políticas lingüísticas explícitas, la sensación predominante de que hay múltiples instituciones que promueven el IMI, la disparidad de los niveles de dominio del inglés entre los docentes que emplean este recurso y la mayor presencia del inglés en el ámbito privado respecto del público. Este último patrón muestra una oportunidad desaprovechada en lo que respecta a la internacionalización, dado que hay más estudiantes que hablan inglés en las universidades públicas que en las privadas. En segundo lugar, a la luz de su valoración de la bibliografía en inglés y el contacto real que tienen con esta, los estudiantes están expuestos principalmente a materiales que, a su entender, están por debajo de los estándares mundiales más altos. Sin embargo, no todo el sistema parece exigir que se revierta esta tendencia. En tercer lugar, la mayor presencia de materiales en inglés en entornos de ciencias exactas y naturales que en las humanidades podría reflejar, en parte, una preferencia por el estudio de fenómenos relativamente universales, en los primeros, y más específicos de una cultura determinada, en los segundos. Por último, la presencia poco sistemática del IMI en el sistema de ES podría explicarse, en parte, por la baja proporción de estudiantes no hispanoparlantes en las universidades argentinas (que, según cálculos actuales, representaría menos del 0,2 % del estudiantado). En términos de investigación, la amplia promoción de colaboraciones internacionales refleja las tendencias mundiales, lo cual podría reflejar una gran concientización sobre la importancia de la producción científica en la jerarquización universitaria. No obstante, la accesibilidad dispar a fuentes en inglés en las diferentes instituciones indica que algunas podrían verse perjudicadas por el escaso acceso a materiales de alto nivel. Esta dificultad también se ve reflejada en la disparidad que caracteriza a las destrezas de escritura científica en inglés, lo que profundiza el problema y no encuentra solución en la escasa oferta de cursos disponibles.Aparentemente, la movilidad internacional es el área mejor desarrollada del sistema. De hecho, la Argentina parece estar alineada con las tendencias mundiales en lo que respecta a los recursos disponibles, el nivel de participación, el predominio de destinos anglófonos (sobre todo, los Estados Unidos y el Reino Unido) y la mayor proporción de medidas pertinentes en las universidades privadas que en las públicas.En términos más generales, el inglés tiene una fuerte presencia entre los objetivos de internacionalización a nivel institucional. No obstante, dichos objetivos, en su formulación actual, no reflejan las prioridades de la comunidad al respecto. A diferencia de lo que pregonan los documentos oficiales, los actores del sistema enfatizan la importancia del acceso a bibliografía del más alto nivel y la mayor visibilidad de la producción científica local. Lamentablemente, como ocurre también en otros países, no hay suficientes pautas estandarizadas ni difundidas respecto de cómo alcanzar los objetivos propuestos. Además, las principales diferencias entre las universidades públicas y privadas se relacionan con la enseñanza del inglés y la enseñanza en inglés; por su parte, los puntos de contraste principales entre las facultades orientadas a las ciencias exactas y naturales y las orientadas a las humanidades recaen en la importancia de la bibliografía en inglés para las distintas actividades académicas. Por último, a pesar de algunas opiniones aisladas, no parece haber un sesgo contra las iniciativas que buscan desarrollar el inglés, lo que habría sido esperable dado el rechazo a la cultura anglófona que permea algunos sectores de la sociedad argentina. Por ende, hay un terreno fértil para implementar medidas apropiadas.En cuanto a las perspectivas a futuro, el presente estudio ofrece bases empíricas sólidas para ampliar el foco de investigación a lo largo del país, al tiempo que da lugar a intervenciones concretas en diferentes niveles. Entre ellas, pueden mencionarse campañas de difusión para generar conciencia sobre los recursos existentes en materia de lengua inglesa, cursos escalables en todo el país para perfeccionar las destrezas más urgentes (p. ej., talleres de escritura científica, IMI y cursos a distancia en inglés), y foros focalizados para generar marcos regulatorios consensuados. Por último, sería esencial replicar esta investigación a nivel latinoamericano, a fin de caracterizar convergencias y divergencias en torno al rol del inglés a través del territorio. Este tipo de acciones permitiría sentar las bases para implementar iniciativas armonizadas a escala regional.