Emociones y cognición social: Bases neurocognitivas de nuestra conducta cotidiana

GARCÍA, ADOLFO M.

Mendoza

Conferencia; Ciclo de charlas de la Universidad Nacional de Cuyo; 2019

Facultad de Educación, Universidad Nacional de Cuyo

Segundo a segundo, nuestra experiencia cotidiana nos encuentra inmersos en un estado socio-afectivo determinado. En las últimas décadas, las neurociencias han forjado una plataforma para investigar cómo el cerebro media nuestras emociones en un intercambio constante de señales con el cuerpo y el entorno, atravesado por nuestra historia cultural y evolutiva. En esta conferencia, discutiremos algunos de los principales hallazgos al respecto.Las emociones y sus matices nos influencian minuto a minuto. Nos hacen actuar con grandeza o estupidez, con melancolía o fervor, con agresividad o timidez. A lo largo de la historia, los estados emocionales han sido objeto de indagación en múltiples campos, como la filosofía, la religión, la antropología y la sociología. Hoy podemos sumar una perspectiva neurocognitiva para tender puentes entre perspectivas biológicas y socioculturales de estas vivencias humanas.En la primera parte del encuentro, consideraremos evidencia proveniente de registros cardiacos, electrodérmicos, electromiográficos, conductuales, neuropsicológicos, hemodinámicos y neurofisiológicos. Caracterizaremos las nociones básicas de las emociones en tanto procesos corporizados y describiremos sus variaciones según la valencia afectiva de las situaciones, acciones, imágenes y palabras a las que nos enfrentamos.En la segunda parte, veremos que las emociones se moldean en función de nuestras experiencias personales. Consideraremos evidencia que indica que el procesamiento emocional y otros aspectos de nuestra cognición social (como la empatía y el juicio moral) se moldean según el trasfondo étnico de las personas, su sexo, su formación profesional, su exposición a entornos de vulnerabilidad o violencia, e incluso sus inclinaciones políticas. Así buscaremos comprender por qué, a pesar de pertenecer a una misma especie, cada persona construye un universo socio-afectivo único e irrepetible.En síntesis, este espacio busca explicitar por qué la experiencia emocional e interpersonal es variada, compleja y multidimensional, y cómo se delinea bajo el influjo de procesos automáticos y deliberados, inconscientes y conscientes, efímeros y duraderos, exógenos y endógenos. Acercarse a este corpus empírico nos ayuda a abrir líneas de diálogo interdisciplinario para comprender aspectos esenciales de aquello que nos hace humanos.