ICIVET-LITORAL   24728
INSTITUTO DE CIENCIAS VETERINARIAS DEL LITORAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Presentación de un caso de Hepatozoonosis canina en la localidad de Recreo, Provincia de Santa Fe
Autor/es:
MURILLO A1, BAGATTIN L1, SÁNCHEZ A1,2, BELOTTI EM1, SACCO SC1, MARINI MR1,2.
Lugar:
Esperanza
Reunión:
Jornada; VIII Jornadas de la Investigación y Extensión de la FCV-UNL; 2020
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Veterinarias UNL
Resumen:
La hepatozoonosis es una enfermedad parasitaria causada por el agente protozoario Hepatozoon canis, cuyo ciclo de vida se produce en sus hospedadores naturales: Rhipicephalus sanguíneus (garrapata marrón del perro), quien transmite ooquistes al perro doméstico (Canis familiaris)1 donde se completa el ciclo. El ciclo biológico de este parásito se divide en dos etapas: la primera se produce dentro de la garrapata y la segunda en los caninos. Las ninfas de garrapatas se infectan durante la ingestión de sangre sobre un hospedador infectado al ingerir gametocitos presentes en los neutrófilos o monocitos. El parásito se multiplica hasta esporozoíto en el hematocele sin migrar a las glándulas salivales. Cuando los perros ingieren la garrapata infectada, los esporozoítos son liberados en la luz intestinal, penetran la pared del mismo y son llevados vía sanguínea o linfática para localizarse en células endoteliales y células fagocíticas de bazo, hígado, músculo, médula ósea y pulmón. Dentro de éstas células tiene lugar la fase de merogonia con formación de merontes, que dependiendo de su posterior evolución se clasifican en macromerontes y micromerontes. Los micromerontes dan lugar a la formación de pequeños merozoítos que al liberarse y ser fagocitados forman los gametocitos, estadio que puede ser visualizado en monocitos y neutrófilos de sangre periférica y que tienen valor diagnóstico. El ciclo se reinicia cuando una garrapata ingiere los leucocitos infectados1,2. Las diferentes fases evolutivas tisulares producen una respuesta inflamatoria crónica piogranulomatosa y dan como resultado la enfermedad clínica3,4. Los signos más frecuentes son fiebre, anorexia, anemia, depresión, descarga oculonasal e hiperestesia de zonas paraespinales3. El objetivo de este trabajo es describir el caso clínico y el abordaje diagnóstico en un canino que cursó con signología clínica grave y esplenitis severa como resultado de la enfermedad provocada por este agente.