Una mirada crítica al estudio y la promoción de las emociones positivas en niños

OROS, L.B.

Tucumán

Congreso; XV Reunión Nacional y IV Encuentro Internacional de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento; 2015

Las emociones positivas son consideradas como una de las cuatro vías de acceso a la felicidad. Muchos de los estudios realizados dentro de esta línea, incluidos los míos propios, han documentado enfáticamente las ventajas y beneficios de la experiencia emocional positiva, concluyendo que las personas que experimentan con frecuencia emociones como la alegría, la simpatía, la serenidad, la gratitud y la satisfacción personal son más saludables, tienen mejor ajuste psicosocial, cognitivo y académico, y afrontan de mejor manera las dificultades cotidianas. Dichas conclusiones han sido extraídas de investigaciones empíricas realizadas en condiciones controladas y utilizando los procedimientos estándar de la metodología científica. No obstante, y a pesar del indiscutible grado de fiabilidad de estos hallazgos, vale la pena plantearse algunos interrogantes que permitan alcanzar una visión más completa del fenómeno emocional y de sus consecuencias sobre la salud. Se vuelve especialmente relevante analizar las circunstancias que pueden definir cuándo y hasta qué punto puede resultar realmente positiva una emoción positiva y cuándo no. La importancia de este estudio radica en que existe muy poca información al respecto en Argentina y en otros países latinoamericanos, y que en general, los estudios sobre el impacto de las emociones en la salud tienden a polarizarse en una dirección o en otra (remarcando sólo lo negativo de las emociones negativas y sólo lo positivo de las emociones positivas) sin considerar que ambos tipos de emociones pueden tener ventajas y desventajas. Objetivo: Por tal motivo, el objetivo de esta presentación es analizar la experiencia emocional positiva desde un punto de vista reflexivo tratando de responder dos cuestiones principales: (a) ¿las emociones positivas son siempre saludables (es decir, bajo cualquier circunstancia y en cualquier situación)?, y (b) ¿hay un límite a partir del cual la intensidad o frecuencia emocional positiva deja de ser favorable para convertirse en insana? Método: Se llevó a cabo un estudio de carácter bibliográfico, mediante un análisis crítico-reflexivo de estudios nacionales e internacionales referidos al tema. Resultados: Los resultados de este análisis apoyan la idea de que la funcionalidad de la emoción positiva debe entenderse siempre contextualizadamente. Esto quiere decir que en algunas ocasiones las emociones positivas pueden no ser saludables o beneficiosas para todos los actores implicados en una situación. Por lo tanto, la investigación empírica del desarrollo positivo debería centrarse en el estudio de la persona, pero enfatizando el hecho de que ésta funciona y se desenvuelve como parte activa de un sistema integrado persona-medioambiente. Por otra parte, el análisis indicó que existe un punto óptimo a partir del cual las emociones positivas podrían generar resultados desventajosos. Este punto óptimo estaría estrechamente ligado al proceso de regulación afectiva. Emociones positivas demasiado intensas y permanentes generarían efectos contraproducentes sobre el bienestar psicosocial. Conclusión: A partir de este análisis, se concluye que resulta indispensable explorar los límites de las emociones positivas, para desarrollar una visión más concreta de sus beneficios y posibilitar abordajes más críticos y precisos del fenómeno. Esta visión del asunto implica vencer la tendencia a polarizar las consecuencias emocionales, atribuyendo lo bueno a las emociones positivas y lo malo a las negativas, y aceptar que las emociones positivas no siempre tienen resultados favorables, o al menos no en todos los dominios de análisis. Su efecto saludable depende del contexto, de las diferencias individuales, y de la capacidad de poder regular adecuadamente la intensidad de su experiencia y expresión.