LA IMPORTANCIA DE LA INTERVENCIÓN TEMPRANA PARA PROMOVER RECURSOS POSITIVOS EN NIÑOS PROVENIENTES DE CONTEXTOS SOCIALES DESFAVORECIDOS

RICHAUD DE MINZI M. C.; OROS, L. B.

Enciclopedia Argentina de Salud Mental

Fundación AIGLE

Año: 2019; p. 1 - 27

La enciclopedia no tiene ISBN sino ISSN: 2618-5628. El número proporcionado más arriba es ficticio al sólo efecto de poder completar la información restante.La enfermedad mental y los disturbios del comportamiento infantil constituyen una condición de destacada relevancia en la agenda sanitaria. Su prevención y abordaje temprano resultan indispensables, ya que permiten no sólo mejorar el estado presente del niño, sino además disminuir la probabilidad de ocurrencia de trastornos físicos y psicológicos comórbidos que aumentarían la condición de vulnerabilidad de los niños con importantes consecuencias a largo plazo (OMS, 2004). De ahí la importancia de proponer planes y programas psicoeducativos tendientes a prevenir el malestar y promover la salud psicológica en la niñez.La salud mental implica mucho más que la ausencia de desórdenes y trastornos; involucra experiencias positivas de confort y bienestar asociadas al funcionamiento cognitivo, afectivo y comportamental-relacional. Por ello, la OMS (2016) recomienda que las políticas sanitarias, además de enfocarse en el padecimiento mental, reconozcan y aborden aquellos determinantes de la salud mental positiva.La psicología positiva afirma que nacer y vivir en un entorno problemático implica un alto riesgo para la salud y que en lugar de centrarse en los aspectos negativos que mantienen esta situación es necesario descubrir las condiciones que hacen posible entrar en un círculo virtuoso que facilite un desarrollo saludable. La vulnerabilidad produce una modificación en la respuesta de la persona a la situación de riesgo, de tal manera que se aumenta la probabilidad de una respuesta inadaptada. Por el contrario, la resiliencia se refiere a rechazar las respuestas desadaptativas al riesgo y sus posibles consecuencias negativas y centrarse en los recursos o factores protectores. En esta línea, uno de los objetivos de la psicología de la salud es la identificación de estos recursos protectores que mitigan el riesgo y promueven el bienestar mental. Los recursos psicológicos pueden ser de diversa naturaleza, siendo los sociales y afectivos algunos de los más importantes en las primeras etapas de crecimiento. En este capítulo aportaremos los resultados obtenidos en el proyecto Desarrollo de resiliencia en niños en riesgo ambiental por pobreza extrema, que se lleva a cabo desde el año 2004 y que investiga acerca de desarrollo cognitivo, social, emocional y lingüísticos de niños en riesgo ambiental y desarrolla estrategias para generar resiliencia reforzando sus recursos socioemocionales, cognitivos y lingüísticos. Paralelamente se lleva a cabo un programa de intervención llamado Sin afecto no se aprende ni se crece. Un Programa para generar resiliencia en niños en riesgo por pobreza extrema, integrando así investigación e intervención. También, como desprendimiento del programa general anterior, describiremos en particular una propuesta para fortalecer la experiencia emocional positiva como medio para la prevención del riesgo y la promoción de la salud mental específicamente en contextos socialmente desfavorecidos, donde se suelen registrar los mayores índices de vulnerabilidad física y psicológica (Fan & Eaton, 2001; Kotliarenco, Cáceres, & Fontecilla, 1997), pero que puede extenderse también para niños que no viven en estos contextos, ofreciendo estrategias para llevar a cabo en la familia y en la escuela con el fin de lograr un desarrollo emocional sano.