El movimiento obrero en disputa. La organización colectiva de los trabajadores, su lucha y resistencia en la Argentina del siglo XX.

CALUDIA FIGARI, PAULA LENGUITA, JUAN MONTES

CICCUS

Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2010 p. 300

978-987-1599-41-7

En nuestro país, las luchas obreras y sus formas de organización colectiva, desatadas tras ciertas embestidas del capital sobre el trabajo, han asumido modalidades específicas bajo distintas coyunturas históricas en el siglo pasado. Por tal razón, sabemos que determinados procesos políticos se vuelven un determinante para explicar los modelos sindicales puestos en marcha en nuestro país. Si bien cada contexto histórico y social le ofrece un límite y una posibilidad a esa expresión sindical, siempre renovada, en el siglo XX argentino el sindicalismo manifestó sus pretensiones de ser un actor destacado dentro del mapa político nacional. Ahora bien, ese predominio gremial no ha estado desprovisto de tensiones y contradicciones hacia adentro y por fuera de sus estructuras institucionales. De tal manera, se  propone aquí realizar una reconstrucción del siglo pasado que caracterice a las organizaciones obreras, sus formas de lucha y resistencia, atendiendo particularmente a los modos de representación que han primado en el movimiento obrero argentino. Por lo dicho, presentamos un libro que asume desde distintas perspectivas analíticas la problemática obrera de nuestro país, brindando una perspectiva interdisciplinaria para abordar la complejidad y las contradicciones del tema. El movimiento sindical argentino debe ser circunscripto a determinados hitos históricos, pudiendo ser interpelado a nivel de las formaciones sociales y los espacios concretos de intervención en los que ha participado.Por ende, observarlo con el tiempo transcurrido requiere de enfoques retrospectivos que recuperan la mirada situada y concreta sin abandonar el orden estructural que la sostiene. La experiencia de participación y formación político gremial en nuestro país han sido fruto de coyunturas históricas pero también de tendencias constantes del accionar patronal en cada situación de trabajo, que confluyen en formas de subjetividad obrera solidarias con el avance del capital sobre el trabajo. Razón por la cual, en esta obra se asume una lectura situada del conflicto capital y trabajo, adentrándonos en esa compleja interacción dada por las estrategias patronales y las respuestas sindicales u organizativas de los trabajadores involucrados. En tal sentido, los artículos que integran la obra construyen evidencia a partir de contextos sectoriales económicamente significativos para nuestro país: la actividad agrícola, la industria automotriz y siderúrgica, como así también los sectores de servicios estratégicos (dados por el transporte, la energía eléctrica, la producción de hidrocarburos, todos ellos transformados por políticas privatizadoras a finales del siglo XX) y el sector público. Además, la evidencia no sólo se busca en la dinámica política adoptada por los trabajadores del sector formal de la economía, también se considera la especificidad registrada en sectores ?especiales? como los trabajadores de las empresas recuperadas por sus trabajadores y los fenómeno productivos orquestados por los desempleados organizados, ambos fenómenos se han puesto en evidencia en la antesala y el desarrollo de la crisis nacional del 2001 en nuestro país. Por lo dicho, este libro tiene la intensión de poner en el centro del debate al trabajo, los trabajadores y las organizaciones que hacen surgir. Por ende, pensar a dicho actor político en tensión social y analítica nos ha permitido sortear los límites de la empresa como su ámbito especial de incumbencia. Y poder ver en su capacidad estratégica, desplegada dentro y fuera del lugar de trabajo, una historicidad en permanente reconstrucción y que debe ser situada en su justa intensidad y alcance. Sin dudas, esta posición asumida por el libro nos dará una intromisión sobre el estado pasado y presente de la lucha obrera, que si bien están en gran medida derivados de las políticas de gobiernos y empresas, también prosiguen líneas de continuidad y rupturas con su propio accionar organizativo y sindical, en un continuo de avances y retrocesos que explica las relaciones laborales en la Argentina.