INVESTIGADORES
DI MEGLIO Gabriel Marco
congresos y reuniones científicas
Título:
Patria
Autor/es:
DI MEGLIO, GABRIEL
Lugar:
Madrid, España
Reunión:
Congreso; El lenguaje de la libertad en Iberoamérica. Conceptos políticos en la era de las independencias; 2009
Institución organizadora:
Universidad del País Vasco - Fundación Carolina – Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales – Centro de Estudios Políticos y Constitucionales
Resumen:
De todos los conceptos políticos centrales en la primera mitad del siglo XIX, patria fue el de uso más masivo. Era un término utilizado ampliamente por todos los miembros de la sociedad en todos los espacios de lo que fue el Virreinato del Río de la Plata. A lo largo de todo el período, patria tuvo siempre -más allá de su polisemia- un contenido positivo en los enunciados de los que fue parte. Su primer significado, el más antiguo, refería al lugar de origen. Al mismo tiempo, tenía otro sentido: el territorio en el que se habita sin un referente de límites claro, un principio con un cierto grado de abstracción. Esa noción de patria se ubicaba como parte de una tríada de elementos fundamentales de la organización de la monarquía española junto al rey y la religión. Esa noción de patria con un contenido espacial menos definido y uno social más amplio, así como con una directa referencia sentimental, iba a continuar siendo fundamental después de la Revolución que destruyó al Virreinato del Río de la Plata. De hecho, la politización del concepto constituye la mutación más fuerte que experimentó durante el siglo XIX. Pero junto a ese sentido se mantendría el principio de patria como lugar de nacimiento y ambos convivirían durante toda la época considerada. “Patria” se erigió en la década de 1810 en un componente crucial del lenguaje político rioplatense, un término invocativo. La patria a la que se consagraban bienes y servicios; la patria que pedía, llamaba; la patria a la que había que defender, servir, salvar y liberar se transformó en el principal principio identitario colectivo después de la Revolución. La tríada colonial se desarmó: la revolución se hizo en nombre del rey pero pronto se volvió contra su figura. La religión, por su parte, no fue puesta en duda durante los años de la guerra de independencia; ningún grupo se metió con ella y era algo compartido por los bandos en pugna. La patria quedó como el principio aglutinador, con fuertes contenidos emotivos y afectivos en su invocación. Si bien la referencia al vínculo territorial se mantuvo presente, lo más significativo de este nuevo uso fue su componente irracional y político que se enlazaba con lo sagrado.