INVESTIGADORES
CERUTI Maria Constanza
congresos y reuniones científicas
Título:
Arqueología de la criósfera en montañas de Oppland y Dovre: un aporte desde los Andes
Autor/es:
CERUTI, MARÍA CONSTANZA
Reunión:
Simposio; XVI Coloquio Binacional Argentino Peruano del Centro de Investigaciones Precolombinas; 2021
Institución organizadora:
Centro de Investigaciones Precolombinas
Resumen:
Heredera de la arqueología de alta montaña andina del siglo XX, la arqueología de glaciares surge en el nuevo milenio como disciplina emergente adaptada a las condiciones del ártico canadiense, las Rocallosas, los Alpes y Escandinavia. Actualmente, en el oeste de Noruega, las montañas de Dovre y Oppland son objeto de prospecciones sistemáticas encabezadas por arqueólogos de la Universidad Nacional Tecnológica de Trondheim. La institución cuenta con un Museo Medieval cuyas colecciones ilustran acerca del antiguo peregrinaje cristiano a la Catedral de Nidaros y con laboratorios de antropología que albergan puntas de flecha y material óseo recuperados de campos de nieve. Invitada como conferencista a la Universidad de Trondheim en 2008, acompañé al Dr. Martin Callanan y al pionero Oddomunn Fabreged en una de las primeras campañas de arqueología de glaciares en Escandinavia. El equipo trabajó a 2000 metros en una montaña de Dovre, empleando métodos de teledetección para identificar puntas de flecha de hierro debajo del hielo. En superficie de los nevé se observaban cuernos y osamentas de reno. Regresamos a Oppland en 2010 en compañía de arqueólogos y glaciólogos de las universidades de Trondheim y Oslo. El macizo de Trollheimen sobresale en el paisaje montañoso y aparece asociado en el folclore local con leyendas sobre trolls que tienen allí sus guaridas, repletas de legendarios tesoros. Camino al hielo de Brattfonna, recorrimos a pie varias millas de terreno erosionado por glaciares, prospectando laderas rocosas y ascendiendo a la cima de un pico de 1600 metros. Al llegar a Kringsollfonna nos encaramamos a un pequeño glaciar colgante con la ayuda de crampones. Mientas los técnicos reemplazaban un data-logger que monitorea las condiciones del hielo a lo largo del año, la inspección visual nos permitió descubrir una antigua punta de flecha de hierro, en excelente estado de conservación. La probabilidad de encontrar puntas de proyectil en manchones de nieve aumenta a fines del verano por el derretimiento del hielo. Sin embargo, la principal razón que explica esta tendencia ha sido inferida a partir de estudios etnográficos con los pobladores Sami. Compartiendo un guiso de reno cocido al fuego en el interior de una tradicional tienda cónica o lavvu, nuestros anfitriones nos hablaron acerca de estrategias de pastoreo y caza practicadas por tradición familiar. Sus abuelos todavía cazaban renos salvajes con arco y flecha, acechándolos en el hielo, donde los animales se congregaban para evitar el hostigamiento de insectos. La colaboración con pastores Sami e investigadores andinos influyó para que los arqueólogos escandinavos comenzaran a percibir a los glaciares como entidades vivientes, a las que corresponde agradecer por las evidencias que hacen posible la investigación de la criósfera. En perspectiva histórica, merece destacarse el carácter pionero del trabajo científico realizado por mujeres arqueólogas en las altas montañas sudamericanas, que contribuyó a inspirar estudios en glaciares de otras cadenas orográficas del planeta. Téngase en cuenta que mis investigaciones de prospección arqueológica en cumbres superiores a 5000 metros se encontraban bastante avanzadas en los Andes argentinos en el año 1997 y que en 1998 fui invitada a las excavaciones en la cima del volcán Misti, en colaboración con el Dr. Johan Reinhard y el equipo de arqueología de la Universidad Católica Santa María de Arequipa. Estos trabajos en los Andes se realizaron diez años antes que comenzaran a sistematizarse las investigaciones de campo en las montañas noruegas de Dovrefjell. La arqueología de alta montaña andina también precede a la arqueología de glaciares en Norteamérica y los Alpes, así como a los más recientes desarrollos en Asia y Africa. De allí que los Andes argentino-peruanos merezcan un lugar destacado en la historia de la arqueología de montaña a nivel mundial.