INVESTIGADORES
CERUTI Maria Constanza
artículos
Título:
Propuestas para la puesta en valor del santuario de altura del cerro Penitentes, mirador del Aconcagua (Mendoza, Argentina)
Autor/es:
CERUTI, MARÍA CONSTANZA
Revista:
Revista Parques
Editorial:
Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Parques Nacionales y áreas protegidas
Referencias:
Año: 2013 p. 1 - 11
ISSN:
2218-8983
Resumen:
En esta presentación se aborda el caso de estudio del cerro Penitentes, proponiéndose lineamientos para la gestión y puesta en valor de su patrimonio cultural. Situado en el extremo oeste del territorio argentino, al sur del paso de Uspallata, en la provincia de Mendoza, el cerro Penitentes es una montaña cuyos precipicios verticales le otorgan la apariencia de una fortaleza o un castillo. Pese a la moderada altitud de la cima (4350 m), la espectacular vista que ofrece y la llamativa morfología del cerro contribuyeron a que fuera seleccionado para la construcción de un santuario de altura en tiempos prehispánicos. Dotado de un rectángulo ceremonial de típico estilo incaico, el santuario del cerro Penitentes es considerado el adoratorio de altura situado más al sur en la vertiente oriental de la cordillera andina. Su proximidad al colosal monte Aconcagua convierte a su cumbre en un privilegiado mirador hacia la montaña más alta de América. Los santuarios de altura incaicos revisten de particular importancia patrimonial por ser los sitios ceremoniales a mayor altura sobre la faz de la tierra, capaces de conservar evidencias materiales que por su inaccesible ubicación lograron sobrevivir la destrucción cultural que acompañó a la conquista española. Entre los centenares de santuarios de altura existentes en los Andes, el Penitentes es uno de los de menor elevación. Siendo mucho más accesible y seguro, el sitio en la cumbre conserva las características típicas de los santuarios de altura incaicos, tales como su localización remota, las dificultades inherentes a su empinado ascenso y la espectacularidad del emplazamiento, a los que se suma el vasto campo visual que se domina desde la cima. Además, se trata de un sitio arqueológico que ya ha sido objeto de estudios preliminares por parte de arqueólogos profesionales, lo que constituye un requisito fundamental para una eventual puesta en valor. El parque Aconcagua se encuentra afectado por un creciente número de turistas que lo visitan cada verano, siendo que muchos de ellos no son escaladores profesionales sino tan sólo caminantes que desean tener una experiencia de inmersión en el entorno de la montaña. Las alternativas que suelen ofrecerse para estos visitantes son las agotadoras marchas de aproximación hasta Plaza Francia y Plaza de Mulas, que lamentablemente contribuyen a saturar la capacidad de carga de dichos campamentos base. La puesta en valor del vecino cerro Penitentes podría contribuir a descomprimir esta situación, generando una alternativa para los visitantes que desean acercarse a una montaña andina en el marco de una experiencia de hondo contenido cultural, que entrañe menores riesgos y minimice el impacto negativo al medioambiente. Un futuro programa de gestión y puesta en valor del cerro Penitentes debería contemplar el trazado de senderos interpretativos; la organización de ascensos guiados a la cima y de cabalgatas de aproximación hasta la base . El ascenso con animales a la cima debería ser prohibido atendiendo a las necesidades de conservación de las estructuras arqueológicas; pero el acercamiento a la base a lomo de mula debería ser promovido como una actividad ecológica y sustentable, que aporta al mantenimiento de las tradiciones culturales de los arrieros de la región cuyana. Complementariamente, los pobladores de la zona deberían beneficiarse con oportunidades para capacitarse como custodios del sitio, baqueanos y guías de montañismo y trekking.