CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Estas reflexiones se insertan dentro de un proyecto más amplio en el que intento delimitar algunas de las claves estéticas y políticas que guían los Estudios sobre Lope de Vega de Marcelino Menéndez y Pelayo. Los Estudios sobre Lope de Vega no son más que el conjunto de las observaciones preliminares a cada una de las obras dramáticas de Lope que Menéndez Pelayo decide editar y cuya mayoría corresponde a aquellas piezas que versan sobre asuntos de la historia de España. En esta oportunidad me interesa focalizar mi análisis en una cuestión bastante acotada: los mecanismos de construcción de un yo editor que contribuyen a reafirmar su operativo de formación no solamente de un canon sino también de un lector haciendo estallar el ámbito de lo particular dentro de una suerte de generalización y de universalización de los saberes. No se trata ya de premisas que apuntalan un supuesto orden natural, público que está allí para ser ordenado de ese modo porque no resiste otro criterio de organización, [ tal como analizo en un trabajo anterior en el que postulo que en las observaciones generales a todos estos estudios ofrecen un dispositivo taxonómico que se muestra como un sistema en el que el centro lo ocupan naturalmente las comedias sobre la historia de España] sino que la tarea del editor/ anotador/ compilador es irrumpir dentro de ese cosmos para integrarse a sí mismo, a su biblioteca y a su labor de investigación filológica dentro de ese canon que surge de la esencia natural de las obras. Así, en un movimiento paradojal, esta supuesta naturalidad del sistema y también del método se va a ver invertida en el momento de ahondar un poco en la figura del editor que se construye a sí mismo como intérprete, lector o crítico del material que está editando. La generalidad se reduce hasta el punto de que en ella entra la esfera privada, la contracara de la construcción del canon nacional, el canon propio, la elección solitaria y silenciosa: la biblioteca.

enviar mensaje