CIS   24481
CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
"como si fueran fieras sin política ni propiedad o costumbre": Construcciones discursivas sobre los grupos indígenas en la colonia
Autor/es:
CARINA P. LUCAIOLI
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Jornada genocidio indígena en Argentina; 2017
Institución organizadora:
Red de Investigadores en genocidios y política indígenas
Resumen:
La pregunta que articula esta ponencia es: ¿qué características de los pueblos indígenas nutrieron los imaginarios proyectados en la colonia? Para responderla, identifiqué tres contextos distintos en las relaciones interétnicas de los hispanocriollos con los grupos insumisos del Chaco: 1) el del desconocimiento y los contactos esporádicos con grupos que vivían alejados tierra adentro, período que se remonta desde los inicios de la conquista; 2) el del contacto asiduo y los primero tratados de paz, iniciado a mediados del siglo XVIII y; 3) el contexto de la experiencia reduccional inaugurada por las misiones jesuíticas desde mediados del XVIII hasta el fin de la colonia, ya que si bien la expulsión tuvo lugar en 1767, el paradigma jesuita sobre los grupos indígenas recién terminó de delinearse en las últimas décadas del siglo XVIII tras la publicación y divulgación de los relatos de los misioneros. Como vimos, en cada uno de estos contextos variaron los intereses y ambiciones hispanocriollas y las relaciones con los grupos nativos y, con ellos, las representaciones sobre los grupos insumisos. El primero de estos imaginarios nunca perdió del todo su vigencia, aún hoy es posible identificar los surcos profundos de sus raíces ligadas al salvajismo, la peligrosidad y la irracionalidad indígena; al miedo que provoca lo desconocido. El contexto de los tratados de paz y la convivencia, fue en los acontecimientos históricos el más efímero y de transición, pero sin dudas sentó las bases para acortar las distancias del otro radical a un otro equiparable. El paradigma indígena que se proyecta en este contexto está teñido de ambigüedades y contradicciones, porque pensar al otro como ?domesticable? por medio de leyes no significa lograrlo. En los casos en los que las relaciones diplomáticas prosperaron, es probable que hayan desembocado en el tercero de los contextos aquí identificado: el del indígena reducido. Por un lado, el buen salvaje adquiriendo las herramientas de la cultura; en oposición, los grupos aún insumismos como alterego amenazante. El diálogo simbólico entre el paradigma del indio reducido con los libres ejercía en el plano de las representaciones una suerte de distanciamiento máximo entre ellos, ennobleciendo a quienes permanecían en los pueblos y degradando a los libres. Muchos de quienes nos encargamos de estudiar a los grupos indígenas del Chaco en este período señalamos ya la distancia que hay entre todos estos discursos y las acciones históricas ocurridas ?no me detuve aquí en ello? advirtiendo sobre las consecuencias políticas de sostener imaginarios idealizados y irreales. Aquí, hemos insistido en que esta mirada deformada de la realidad no solo traduce los ideales y temores de la época, también que delineó las representaciones que los sectores gobernantes y las elites criollas se forjaron sobre los grupos indígenas. Sin duda, estos tres paradigmas coloniales que exponen los posibles modos de ?ser indio? en la colonia, deben considerarse como antecedentes históricos ?anterioridades (parafraseando a Marisol de la Cadena)? que ayuden a iluminar las políticas posteriores de abuso laboral, genocidios, socavamiento de las identidades étnicas e invisibilizaciones simbólicas de los pueblos indígenas de nuestra actual argentina. Mientras sigan siendo cómodas estas anteojeras, seguiremos viendo a los ?indios? que los colonizadores nos enseñaron a ver.