IIEP   24411
INSTITUTO INTERDISCIPLINARIO DE ECONOMIA POLITICA DE BUENOS AIRES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Qué hacemos en estos volúmenes y por qué lo hacemos
Autor/es:
CARLOS H. ACUÑA
Libro:
¿Cuánto importan las instituciones? Gobierno, Estado y actores en la política argentina
Editorial:
SXXI
Referencias:
Lugar: Buenos Aires-México; Año: 2013; p. 13 - 18
Resumen:
En la actualidad, la relevancia de las instituciones para la explicación de los procesos sociopolíticos se da por sentada, así como también se da por sentado que, por el sólo hecho de importar, producirán buenos resultados. Frente a procesos que muestran comportamientos disfuncionales, problemas de eficiencia, eficacia, legitimidad o alta conflictividad se tiende a suponer que en algún lugar de las relaciones sociales existen malas reglas (o buenas reglas que no se cumplen, lo que es lo mismo). De cualquier forma, si el problema es económico, político, cultural, social, la causa que le imputa el sentido común dominante en la sociedad y la academia es la institucional. Sin embargo no es obvio que las instituciones importen y, cuando lo hacen, tampoco son obvias las razones por las que lo hacen o aquellas por las que, por el solo hecho de importar, mostrarán "buenos" resultados (de hecho, tampoco es obvio que los actores importen ni son obvias las razones por las que lo harían). Aquí adelanto mi respuesta a estos interrogantes, una respuesta cuyas implicancias son el sostén del diseño de la investigación plasmada en los libros que este texto introduce: a mi entender, las instituciones primero importan por su potencial de modificar comportamientos (la presencia o ausencia de instituciones puede resultar en conductas diversas). Y esto no se debe necesariamente a que las instituciones los "moldeen" en la dirección de lo establecido por sus reglas (y por tanto permitan prever conductas a partir de la letra de la ley). Importan porque muchas veces modifican comportamientos, aunque lo hagan en una dirección que apunte a evitar la regla o su cumplimiento (lo que sugiere que muchas veces las instituciones influyen sobre las conductas aunque no resulten buenas variables predictivas). Segundo, porque aquellas instituciones que efectivamente logran moldear comportamientos sobre la base de la regla establecida podrían resolver problemas de coordinación y conflictos distributivos en una dirección de mayor eficiencia y justicia (como se la quiera definir), lo que es relevante para la sociedad y los intereses y derechos que la atraviesan (aunque también hay veces en que las instituciones, a pesar de moldear conductas, por su contenido lo hacen en una dirección que empeora la coordinación de la sociedad o resuelve conflictos distributivos de manera injusta, por lo que las instituciones que importan y logran moldear comportamientos no necesariamente producen buenos resultados). Tercero, las instituciones no sólo pueden definir el accionar de los actores y la dinámica política, económica e ideológico-cultural en una sociedad, sino que pueden a su vez ser definidas por los actores y por las otras variables de la matriz política donde están inmersas, en cuyo caso no importan para explicar lo que nos pasa -y esta es una información clave para despejar confusiones y entender mejor la política-. Cuarto, al facilitar o dificultar el alcance de objetivos y la realización de los intereses de los actores, importan porque distribuyen poder; sin embargo la distribución de poder no se agota en las instituciones porque también es influida por los recursos y capacidades de origen extrainstitucional con que cuentan los actores, en cuyo caso las instituciones importan aunque no bastan para explicar lo que nos pasa. Quinto, las estructuras institucionales son heterogéneas, pudiendo convivir en un mismo momento y lugar partes o arenas en las que las instituciones no importan para entender los procesos sociales porque se ven determinados por otras variables o por actores; otras en las que importan y dentro de las que importan, unas que mejoran la dinámica social y otras que no. Estas son las razones para reconocer que el estudio de las instituciones es ineludible en el entendimiento de los procesos políticos. Estas cinco razones tienen tres implicancias relevantes para la forma que adopta nuestro análisis: a) si importan, por qué importan y cuáles son las implicancias de esa importancia dependerá de la lógica de procesos sociales espacio-temporalmente acotados; en definitiva, dependerá de la historia; b) el análisis del papel político de las instituciones implica ineludiblemente su articulación con el análisis de los actores que interactúan con ellas; y c) este análisis demanda desagregar el entendimiento al nivel de las partes o arenas que articulan la estructura de la institucionalidad política y su dinámica: la de las diversas arenas de gobierno, las distintas áreas temáticas de política pública y la lógica de organización y comportamiento de actores relevantes en su interacción con las instituciones. Y esto es lo que hace nuestra investigación y se plasma en esta serie de libros que se comenzó a publicar en 2013.