IGEHCS   24394
INSTITUTO DE GEOGRAFIA, HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Imágenes, Escuela, Espacio y Practicas democráticas
Autor/es:
GOMEZ, SANDRA
Lugar:
Caxias do Sul
Reunión:
Seminario; I Seminário Internacional de Educação, Biopolítica e Formação de Professores- II Jornada Interuniversitária de Pós-graduação em Educação-Brasil-Argentina; 2018
Institución organizadora:
Universidad Caxias do Sul-UCS
Resumen:
Imágenes, escuela, espacio y prácticas democráticasGomez, Sandra Resumen Siguiendo a Doren Massey (2005) quien sostiene que debemos traer el espacio a la vida, aquí traigo el espacio a la escuela, para pensar en la posibilidad de coexistencia de una multiplicidad de trayectorias y relaciones que promueven sentidos de libertad y prohibición/opresión como practicas ciudadanas democráticas. Propongo entonces, buscar las tensiones espaciales producto de la espacialidad como una dimensión de construcción de la libertad en la escuela. Parto de la idea de libertad planteada por Freire como expresión de vida, que hace plantear a la educación y a los educadores el desafío de vivir la libertad y de formar a los hombres y mujeres para que asuman el riesgo que implica la libertad. Para este autor, la libertad es asimismo curiosidad, creatividad, innovación; sin libertad no habría historia (Freire, 2001). Cuando Freire habla de libertad, también aparece en sus expresiones la noción ?democrático-democrática?, siendo la forma en que concibe la sociedad, la vida comunitaria, así como las organizaciones sociales, políticas, culturales, siendo la escuela una de ellas. (Freire, 1996). Recupero el planteo inicial de traer el espacio escolar a la vida, en el sentido de libertad y democracia, donde se pueda revertir la tendencia presente en las escuelas de ambientes tradicionalmente autoritarios para así avanzar en la reinvención de la escuela, con la democratización del poder, con la ampliación de los espacios de consulta y deliberación, en las que también estén incluidas otras formas de experiencias subjetivas y emotivas. Freire, advirtió sobre nuestra falta de experiencia democrática en la escuela y las aulas, como así también en las sociedades de las cuales formamos parte (Freire, 1990). Nuestros hábitos y patrones de comportamiento espacial en la escuela, están guiados por pautas de orden, donde ha sido la figura del educador/a, del director/a los que dicen qué, donde y cómo hacer. Estas practicas que aun persisten y tensionan las formas de habitar (Bachelard, 1957) en libertad y prohibición el espacio escolar. Estas prácticas por tanto, se encuentran atravesadas por diversos acontecimientos que ocurren en la escuela, es así, como se menciona anteriormente, que podemos reconocer su multideterminación y multicausalidad. En este trabajo recupero el lenguaje de las imágenes para poner en dialogo las formas de habitar el espacio escolar como prácticas de libertad de las personas jóvenes en articulación con las características que asumen las instituciones con las que toman contacto, como la escuela secundaria. Por tanto, el propósito de este trabajo, es debatir las significaciones y sentidos acerca de las prácticas espaciales con el fin de identificar los aspectos centrales en torno a los cuales giran las experiencias democráticas en la escuela.Para realizar el mismo rescato el poder de las imágenes capaces de construir subjetividades sociales, culturales, temporales y espaciales. La imagen entonces dependerá de la visión de mundo de cada espectador y su realidad circundante. Actualmente vivimos en una sociedad oral cuyo flujo comunicacional sucede mayoritariamente por imágenes y sonidos siendo así, las imágenes fotográficas una de las posibilidades de otro lenguaje que puede apuntar a una inteligibilidad diferente. Leer una imagen es un proceso distinto de leer un texto escrito, aunque el significado de ambos corresponda de la misma forma al todo estético, sabemos que es en el enlazamiento de la lectura y de la memoria que los significantes pueden reivindicar sentidos. Las imágenes en términos de Didi-Huberman, ?nos hablan?, las imágenes nos dicen lo que las palabras ocultan, las imágenes traducen los sentidos, las acciones, lo (no) dicho, el silencio, el vacío, son como una manifestación poética del espacio vivido, percibido y producido a través de su constitución histórica.Parto de la concepción del espacio escolar como depositario de un imaginario colectivo, traductor de diversas dimensiones simbólicas y pedagógicas (re)producidas en el lugar-escuela como experiencias de libertad y prohibición, que a su vez es un proceso de interacciones, aperturas, reconstrucciones y cambios. Pensar la espacialidad escolar implica dar relevancia al análisis de las trayectorias espaciales entendidas como marcas dejadas por los actores-sujetos escolares que contribuyen a la conformación del lugar-escuela. Desde esta perspectiva se define al espacio escolar, como una producción social, una entidad en movimiento, un espacio abierto, incompleto y en constante devenir (Massey, 2005). Observar e interpretar el espacio permite un acercamiento a los grupos humanos que lo configuran y que, por lo tanto, es indispensable considerarlo en nuestros intentos exploratorios de la realidad social. Es en la práctica espacial donde se ponen en juego las maneras individuales de ver y comprender el mundo, generando intercambios y consensos que nos permiten negociar significados y construir sentidos compartidos (que entregan un sello particular y característico a un grupo, cultura o sociedad). Las formas de percibir, construir y vivir de los estudiantes de diferentes sectores o estratos económicos la escuela publica y el papel de esos espacios en su propia formación como agentes sociales y de derechos, teniendo en cuenta trasformaciones emergentes en las prácticas educativas y en el diseño de políticas públicas de inclusión para la infancia y adolescencia, implica pensar-se nuestras practicas y la escuela en este tiempo de cambios. Pensar los sentidos democráticos para la escuela publica hoy, también es pensar en infinitas posibilidades de la diferencia, es pensar en un el lugar-escuela como espacio de la multiplicidad de formas y luchas contra la opresión, la pluralidad sexual, el trabajo infantil, y la igualdad social. Entiendo de esta manera que la cultura escolar plasmada en la memoria del espacio y del imaginario social ha operado y opera en la forma de concebir e interpretar la escuela como lugar de prácticas democráticas. La construcción de una cultura escolar conforme a códigos y reglas responde a determinadas señas y signos democráticos, ya que tiene sus propias formas de expresión simbólica y material, dando lugar a la construcción de imágenes e imaginarios escolares. En su conjunto, la espacialidad materializada en el lugar-escuela-aula, produce una forma y una cultura escolar que, en su movimiento de constitución, fue espectador y escena de diversas apropiaciones, democráticas o no, produciendo e incorporando múltiples significados para un mismo lugar, la escuela. (Des) naturalizar, (re) crear, (des) mitificar e interrogar las imágenes de la espacialidad cotidiana del lugar-escuela a través del lenguaje de las imágenes, nos enfrenta por un lado a la creación de otros itinerarios de interpretación y comprensión de las practicas educativas. Y por otro lado, nos permite contribuir a otras cartografías del formato escolar tradicional y hegemónico producido por las sociedades modernas orientado hacia una cultura común -basada en una misma ética y estética- formando parte de una configuración de un determinado reparto de lo sensible. Cuando hablo de formalidad escolar tradicional como coerción estoy haciendo referencia a cómo la escuela, con sus reglas explícitas e implícitas, imposibilita un desarrollo libre del comportamiento del estudiante, obligándolos a conocer de la manera a cómo se hace en nuestras escuelas, en las que el pensamiento lineal y causal no dejan paso a otras formas de conocer, otros espacios y tiempos para encuentros, reuniones, paseos, estudios, fiestas, y relaciones democráticas. El orden lineal ? escolar, alejado de una escuela democrática, excluye otras posibilidades de relación, de comportamiento y en última instancia, de aprendizaje de otras formas de habitar la escuela.Como incentivo y provocación, procuro movilizar el pensamiento sobre la especialidad escolar indicando que no constituye una realidad objetiva pero si una multiplicidad, con posibilidad de juego e invención como un modo de distribuir lugares, afectos y emociones. En tanto ?fabrica de lo sensible? la escuela produce sensorialidades que provocan un conjunto de emociones que son parte de las formas con las cuales los sujetos habitan y conocen la escuela.Esta es una investigación interpretativa o denominada cualitativa en tanto que consideramos que la realidad es distinta en cada grupo, ya que cada uno la construye de manera simbólica distintiva a otros, además de que el conocer estas representaciones nos permite comprender a los actores participantes. Aquí pongo a las imágenes como objeto de análisis y discusión para explorar que saberes e interrogantes discursivos que conforman el imaginario, la memoria y las representaciones de la espacialidad escolar como practica de libertad a partir del registro visual realizado por estudiantes de educación secundaria durante su cotidianeidad en la escuela. La misma se conforma de diferentes series de imágenes basada en la propuesta metodológica de Aby Warburg, método de investigación heurística sobre la memoria y las imágenes. Cada serie conforma una trama de posibles conexiones entre un discurso escolar de justicia y libertad y los registros obtenidos a partir de diferentes dispositivos visuales realizados por los estudiantes y las emociones, sensaciones y afectos producto de los trazos de cultura y pensamiento espacial de diferentes grupos de estudiantes en tres escuelas de educación secundaria de la ciudad de Tandil-Argentina. Las diversas tramas visuales y narrativas obtenidas invitan a replantearnos el sentido de democracia y libertad en la escuela. Sobre todo por la frecuencia y olvido de estas practicas. Las nuevas formas de participación de los jóvenes y la reivindicación de una democracia más participativa son evidencias de gestos y sentido de ciudadanía que reclama los encaminamientos de las practicas educativas democráticas, para que su efectividad dé sentido a la constitución de ciudadanos que vivan y reclamen el espacio social como conquista de justicia, objeto, de mayor desafío de las sociedades contemporáneas, frente al predominio y despojo estructural del capitalismo. Palabras clave: imágenes, escuela, espacio, prácticas democráticas ReferenciasBACHELARD, G. La poética del espacio. Fondo de Cultura Económica Argentina. 1957. DIDI-HUBERMAN Cuando las imágenes toman posición. El ojo de la Historia. Antonio Machado Libros. Madrid. 2008FREIRE, P. La naturaleza política de la educación. España: Ediciones Paidòs y Ministerio de Educación y Ciencia. 1990.FREIRE, P. Política y educación. México: Siglo XXI Editores. 1996FREIRE, P. Pedagogía de la indignación. México: Siglo XXI Editores. 2001MASSEY, D. La filosofía y la política de la especialidad: algunas consideraciones. Arfuch, L. Pensar este tiempo. Espacios, afectos y pertenencias. Espacios del Saber 52. Paidos. Argentina. 2005TARTÁS RUIZ, C.; GURIDI GARCÍA, R. Cartografías de la memoria. Aby Warburg y el Atlas Mnemosyne. Disponible en:http://oa.upm.es/23211/1/INVE_MEM_2013_155825.pdf