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Las piletas de natación presentes en los domicilios son utilizados para fines recreativos solamente durante el período estival. Dependiendo del mantenimiento que reciben durante el año pueden constituir potenciales criaderos de mosquitos. Con el objetivo de explorar este particular tipo ambiente como potencial fuente de proliferación de mosquitos se evaluaron 384 piletas con agua presentes entre 1998 y 2002 en los distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires. En 32 (12%) de las piletas se hallaron formas inmaduras de culícidos: Culex pipiens (61,3%), Cx. apicinus (45,2%), Cx. dolosus (22,6%), Aedes aegypti (19,4%), Cx. maxi (16,1%), Cx. tatoi (6,5%) y Cx. chidesteri (3,2%). Estuvieron presentes en la mayor parte del año Cx. apicinus y Cx. pipiens. En tanto que Cx. dolosus fue registrado en febrero, marzo, mayo y noviembre, Cx. maxi en febrero, abril y mayo, Cx. tatoi en junio-julio y noviembre, Cx. chidesteri solo en noviembre. Ae. aegypti fue registrado solamente con niveles de agua de hasta 10 cm. en los meses de enero, febrero, marzo y mayo. Los niveles de infestación variaron en el tiempo mostrando valores máximos en noviembre (32%), bajas proporciones durante el verano (diciembre-enero: 5%, febrero: 12%), que se incrementaron durante el otoño (hasta 27% en mayo). A partir del invierno se registro una disminución desde 23% en junio-julio hasta valores nulos entre agosto y octubre. Las piletas de natación (netamente antrópicas) constituyen criaderos al menos para siete especies de mosquitos en esta ciudad. Debido a su abundancia en las zonas residenciales deberían ser enfatizadas en los programas de prevención de enfermedades vectoriales. El uso durante el verano y las bajas temperaturas del agua serían posibles factores adversos para los culícidos en estos ambientes.

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