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El estudio anatómico de estructuras blandas en fósiles es de interés para inferir hábitos de vida en formas extintas y a la vez un desafío, ya que éstas no se preservan de manera directa. Las reconstrucciones hechas a partir de su correlato óseo se con vierten entonces en una importante base empírica para estudios paleobiológicos. Los moldes endocraneanos naturales son un ejemplo sumamente escaso en el registro fósil. sobre todo en ambientes continentales. En esta contribución se presenta una descripción preliminar del molde endocraneano natural de un espécimen del mesoeucrocodilio Araripesuchus sp. (Uru guaysuchidae, MPCA-PV-376) proveniente de facies del paleodesierto Kokorkom, en niveles de la Formación Candeleros (Grupo Neuquén, Cenomaniano Inferior), donde se pueden observar partes del encéfalo y cavidades neumáticas del sistema paranasal. Los bulbos olfatorios son anchos y largos, mientras que el tracto es corto y los hemisferios cerebrales son re dondeados y muy expandidos lateralmente. Del sistema paranasal se observan los senos prefrontales, pequeños y latera les a los bulbos, y no se distingue la división entre cavidad nasal y senos anteorbitarios y postvestibulares. Lateral a los senos prefrontales se destacan dos protuberancias de contorno ovalado, delimitadas por prefrontal, frontal, nasal y maxilar, y cu biertas principalmente por el lagrimal. Si bien podría tratarse de un divertículo del seno prefrontal, su posición y morfología permite interpretarlas como el molde natural de glándulas de la sal. Glándulas de este tipo han sido reportadas para otros reptiles e incluso arcosaurios (ej., ornitisquios y saurópodos como Brachiosaurus) terrestres de ambientes áridos o herbívoros.

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